- En Timor Oriental las Naciones Unidas crearon y entrenaron un nuevo servicio de policía, pero la formación inicialmente se limitó a tres meses. Mientras que los oficiales eran formados en habilidades técnicas que les permitieran apuntar y disparar un arma, recibieron poca o ninguna formación para evaluar las amenazas o utilizar las armas de acuerdo con las normas de Naciones Unidas. Más aun, no hay una supervisión efectiva y mecanismos de rendición de cuentas para la policía.
- El Código de Conducta de Naciones Unidas establece que, entre otras cosas, las policías y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley “deben ser representativas de la comunidad, y rendir cuentas ante ella”. Sin embargo, diversos testimonios de las comunidades más pobres de Río de Janeiro, Brasil , muestran como la práctica policial es discriminatoria contra ellos, frecuentemente con consecuencias mortales.
- Los Principios Básicos de Naciones Unidas establecen que las armas de fuego deberían ser utilizadas por la policía en casos de defensa propia o en situaciones de peligro eminente contra la vida. En Jamaica , que tiene el más alto índice de disparos de la policía per capita en el mundo, las pruebas repetidamente contradicen las afirmaciones policiales de que ellos fueron disparados primero, e indica por el contrario un preocupante patrón de ejecuciones extrajudiciales.
- Sudáfrica ha cambiado recientemente una ley de tiempos del apartheid que permitía a la policía disparar a sospechosos de robo, tráfico de drogas, de fugas y otros sin que hubiera una amenaza directa para las vidas de la policía o la población.
- En Camboya , un proyecto financiado por la UE está mejorando la seguridad en el almacenamiento de las armas de la policía.
- Apoyar y promover la incorporación tanto en la legislación como en la práctica de las Normas de Naciones Unidas sobre el Uso de la fuerza y de las Armas de Fuego por los Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, como ha pedido Bárbara Frey, Relatora Especial sobre Armas Ligeras y Derechos Humanos. En el caso de España , dichas normas deberían aplicarse a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado: policía nacional, guardia civil, policías autonómicas y policías locales.
- Promover la adhesión a las Normas de Naciones Unidas sobre el Uso de la Fuerza y de las Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de hacer cumplir la ley , en el Programa de Acción para la Prevención, Combate y Erradicación del Comercio Ilícito de pequeñas armas y armas ligeras en todos sus aspectos, el cual será discutido en el año 2005 y revisado en el 2006.
- Tener en cuenta el respeto de las normas de Naciones Unidas en el momento de autorizar la exportación o la venta de armas a fuerzas o agentes de seguridad. Ningún gobierno debería suministrar armas de fuego, munición u otras armas si hay un riesgo de abuso por parte de los destinatarios finales.
- Promueva la aprobación de normas que regulen el uso de las armas y la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad. independientemente de su carácter civil o militar, y se ajusten a los estándares internacionales y las normas de Naciones Unidas.
- Promueva la formación de las fuerzas de seguridad en el uso de armas, en especial, sobre cuándo deben usarse y en qué grado e intensidad, en base a los principios de proporcionalidad, inevitabilidad, legalidad y último recurso.