El nuevo alto representante de la UE para Asuntos Exteriores debe poner punto final a la complicidad de la UE en los abusos contra los derechos humanos cometidos en Libia; así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy, con motivo de la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores prevista para el 9 de diciembre. Con la situación de Libia en el orden del día, Amnistía Internacional insta al alto representante Joseph Borrell a procurar la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos en Libia así como el fin de las políticas que contribuyen al sufrimiento de las personas refugiadas y migrantes.
“El señor Borrell tiene la oportunidad de acabar con el enfoque actual de la UE respecto a Libia, que sacrifica los derechos de las personas para mantenerlas alejadas de la UE. La semana pasada, Francia retiró su oferta de transferir barcos a la guardia costera libia después de que las ONG emprendieran acciones judiciales ante el riesgo de que estos barcos se utilicen para devolver personas a una situación de detención arbitraria y tortura. Sin embargo, la UE y sus Estados miembros continúan su cuestionable cooperación con Libia en materia migratoria. El señor Borrell debe encaminar a todos los países de la UE hacia la protección de los derechos de las personas refugiadas y migrantes en lugar de su confinamiento en un país asolado por el conflicto donde sufren persecución y explotación”, ha manifestado Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
“El señor Borrel tiene la oportunidad de acabar con el enfoque actual respecto a Libia, que sacrifica los derechos de las personas para mantenerlas alejadas de la UE”Eve Geddie, Amnistía Internacional
Amnistía Internacional ha planteado en el pasado sus motivos de preocupación sobre la situación de las personas refugiadas y migrantes en Libia y, en particular, de las que han sido interceptadas en el mar por la guardia costera libia con apoyo de la UE, devueltas a Libia y recluidas arbitrariamente en centros donde la tortura es práctica habitual. Asimismo, la organización ha denunciado reiteradamente la creciente cultura de impunidad general en Libia, que favorece la comisión de violaciones de derechos humanos graves y sistemáticas, así como graves infracciones del derecho internacional humanitario por parte de milicias, grupos armados y fuerzas de seguridad. Las múltiples violaciones de derechos humanos y los posibles crímenes de guerra cometidos durante la reciente ofensiva militar sobre Trípoli son síntomas de esta impunidad.
“La UE ha estado apoyando cínicamente a la guardia costera libia, mientras que otras funciones estatales muy urgentes no se cumplen. Se han antepuesto intereses políticos a corto plazo al restablecimiento del Estado de derecho, dejando a la población civil expuesta a terribles abusos contra sus derechos humanos y a violaciones del derecho internacional humanitario. Justicia, rendición de cuentas y respeto por los derechos humanos deben ser elementos básicos en toda iniciativa para garantizar la futura estabilidad del país.”
Por este motivo, Amnistía Internacional pide a la UE que apoye el establecimiento urgente de una comisión de investigación o un mecanismo análogo por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que investigue las violaciones de derechos humanos cometidas en Libia desde 2014, con vistas a identificar presuntos perpetradores y garantizar que rinden cuentas de sus actos.