“En realidad, la situación actual de los derechos humanos es deplorable. El gobierno egipcio será juzgado por sus actos, no por sus palabras. Las garantías verbales sonarán a hueco si la represión sobre el terreno va en aumento y un simple tuit puede enviarte a prisión”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui.
Desde la “Revolución del 25 de enero”, tan sólo unos pocos miembros de baja graduación de las fuerzas de seguridad han sido condenados por la muerte de manifestantesLas autoridades también han tratado de utilizar el sistema de justicia penal como herramienta de represión.