- presionar políticamente al gobierno de Sudán con la intensidad suficiente para lograr que las agencias humanitarias y de mantenimiento de la paz puedan acceder a poblaciones remotas, como las de Jebel Marra;
- garantizar que el embargo de armas vigente se aplica con rigor y se amplía a todo el país;
- investigar urgentemente el uso de armas químicas y, si existen indicios admisibles suficientes, procesar a todas las personas sospechosas de ser responsables.
Las restricciones de acceso impuestas por el gobierno han hecho que ningún periodista, investigador de derechos humanos o personal humanitario haya podido realizar una evaluación de la zona en todo 2016.unas 250.000 personas podrían haber sido desplazadas por la violencia en Jebel Marra