“Desde hace casi tres años, las vidas de los civiles de Ghouta oriental se han visto destrozadas por el derramamiento de sangre y la tragedia. Están atrapados y rodeados por los combates en todos los frentes, sin posibilidad de escapar de los ataques aéreos y los bombardeos ilegítimos que llevan a cabo las fuerzas gubernamentales. Su angustia se agrava debido a la disminución de los suministros de alimentos, agua potable y otros artículos de primera necesidad, por lo que para muchas personas la vida diaria se ha convertido en una prolongada experiencia de privaciones y sufrimiento”, ha afirmado Said Boumedouha, director en funciones del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.Crímenes de guerra cometidos por fuerzas gubernamentales
El análisis de imágenes de satélite muestra que los ataques aéreos llevados a cabo entre el 28 de diciembre de 2014 y el 10 de febrero de 2015 destruyeron por completo varios edificios de viviendas en las proximidades de la mezquita de Taha, en DoumaLos mercados públicos también están en la lista de objetivos del gobierno sirio.Las fuerzas gubernamentales sirias también dispararon repetidamente cohetes y morteros sin precisión o bombas no guiadas sobre zonas pobladas en una serie de ataques directos e indiscriminados contra civiles que equivalen a crímenes de guerraLa vida bajo asedio: una lucha por la supervivencia
“Las fuerzas del gobierno utilizan el hambre como arma de guerra, lo que constituye una flagrante violación del derecho internacional. Impedir el acceso a alimentos y suministros básicos necesarios para sobrevivir es un despiadado acto de crueldad que equivale a castigo colectivo de la población civil”, ha afirmado Said Boumedouha.El informe revela que grupos armados no estatales, y especialmente el Ejército del Islam, son culpables de una serie de abusos, como secuestros, detenciones arbitrarias y bombardeos indiscriminadosLa acción internacional, una necesidad urgente