“Lo esperable sería que educar a niños y niñas en escuelas especiales simplemente por su etnia fuera algo impensable en la Europa de 2013”,Fotis Filippou, coordinador regional de campañas de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.Pero la realidad es que sigue sucediendo con demasiada frecuencia y este no es más que otro ejemplo que lo demuestra. La educación especial es un callejón sin salida para los menores romaníes. Los gobiernos deben tomar nota y actuar porque, en tanto que existan sistemas educativos paralelos en función de la raza, se negarán oportunidades a los menores romaníes”.
“Los gobiernos europeos han recibido un nuevo aviso: no hay más tiempo que perder; es el momento de dejar de condenar a miles de niños y niñas romaníes a una vida de pobreza, marginación y exclusión”.