Laura MoyeEstados UnidosTroy Davis
Amnistía Internacional lamenta profundamente la decisión del Tribunal Supremo de rechazar el recurso presentado por Troy Davis. Da la impresión de que al sistema de justicia no le incomoda que una persona sea ejecutada aunque no se hayan despejado todas las dudas sobre su culpabilidad en el caso. Ninguna persona podría determinar objetivamente con seguridad que Davis es culpable fuera de toda duda razonable a partir de las pruebas disponibles en la actualidad sobre su caso. De este modo, una nube siniestra se cierne sobre una sentencia tan irreversible como es la pena de muerte.
Dado que no existe ninguna prueba material que relacione a Davis con el asesinato, ni tampoco que lo exonere, todo el peso argumentativo recayó en un grupo de testigos cuya credibilidad no hubo reparos en aceptar a la hora de dictar sentencia condenatoria y en cambio fue rápidamente rechazada en el proceso de apelación.La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Georgia, como último mecanismo de seguridad, tiene la oportunidad de conmutar la pena impuesta a Davis por la de cadena perpetua y evitar así la posibilidad de que se ejecute a una persona inocente.
