“Saman Naseem era menor de edad cuando cometió presuntamente el delito. Dice que fue torturado en detención y obligado a ‘confesar’. Ahora las autoridades están chantajeándolo de hecho con la perspectiva de morir. Su ejecución sería una violación flagrante del derecho internacional. Debe conmutarse inmediatamente su condena.”
las autoridades penitenciarias han sometido a los huelguistas de hambre a palizas y a otras medidas punitivas, y los han amenazado con trasladarlos a prisiones remotas en el sur del país para obligarlos a poner fin a la protesta.