No sólo autoriza a la policía a disolver manifestaciones pacíficas, sino que le otorga potestad para disparar contra manifestantes que no representan una amenaza para la vida o la integridad de los demás
“Conceder plenos poderes discrecionales a las fuerzas de seguridad para prohibir protestas o disolverlas usando fuerza excesiva, incluidos medios letales, es un duro revés para los derechos humanos en Egipto y allana el terreno para que se cometan otros abusos.”
Lo más preocupante es que ofrece a las fuerzas de seguridad un marco jurídico para usar fuerza excesiva contra todo manifestante que presuntamente haya cometido un “delito punible por ley
Amnistía Internacional teme que las fuerzas de seguridad hagan uso de la autoridad que les confiere la nueva ley para disolver manifestaciones pacíficas por no cumplir los requisitos legales, establecidos en términos tan poco precisos como “interrumpir el tráfico” o “celebrar manifestaciones en lugares de culto”.
Para organizar una protesta es obligatorio entregar al Ministerio la planificación completa de toda concentración de más 10 personas con tres días de antelación como mínimo
“En lugar de investigar el gran número de homicidios de manifestantes cometidos desde la 'Revolución del 25 de Enero’ y castigar a los responsables, da la impresión de que el gobierno actual está premiando a las fuerzas de seguridad por sus excesos y les está ofreciendo más medios legales para pisotear derechos.”