tres barcos con alrededor de 227 personas a bordo
non-refoulement
devolver a las personas rescatadas en el mar a Libia sin el debido examen de sus necesidades de protección va en contra de las obligaciones contraídas por Italiapeligroso precedente para los Estados miembros de la UE
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- El 16 de abril de 2009, un carguero turco, el “Pinar”, rescató a unas 140 personas migrantes y solicitantes de asilo cuyo barco amenazaba con hundirse al sur de Sicilia. Según informes, al menos 10 de esas personas resultaron heridas, y también se subió a bordo del buque de rescate el cadáver de una mujer. La operación se llevó a cabo dentro de la región maltesa de búsqueda y salvamento y a instancias de las autoridades de Malta. Sin embargo, no se permitió al carguero llegar a ningún puerto maltés ni a un puerto italiano más próximo para desembarcar a los migrantes, pues ninguno de los dos países quiso responsabilizarse de ellos. Los migrantes estuvieron abandonados a su suerte durante cuatro días, sin agua ni alimentos suficientes y obligados a “acampar” en la cubierta del barco por no tener dónde cobijarse. Las autoridades italianas enviaron el 18 de abril un equipo médico para que verificase el estado de salud de los migrantes, a quienes al final se permitió desembarcar en el puerto italiano de Porto Empedocle el 20 de abril.
- El 30 de abril de 2009, las autoridades italianas se negaron a permitir que un guardacostas maltés desembarcara en Lampedusa a 66 migrantes rescatados en el mar por un pesquero tunecino y trasladados, según informes, al buque maltés dentro de la región de búsqueda y salvamento de Malta, a sólo 23 millas de Lampedusa. Sostenían que Malta tenía que desembarcar y prestar ayuda a los migrantes y solicitantes de asilo en territorio maltés, dado que habían sido encontrados en la región de búsqueda y salvamento asignada a Malta por los convenios internacionales. El guardacostas se vio obligado a regresar a Malta.
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Libia