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Kosovo: La violencia de marzo un año después

Londres.- Amnistía Internacional ha expresado hoy su preocupación por la falta de rendición de cuentas de la Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK) y la Fuerza Internacional de Seguridad en Kosovo (KFOR) dirigida por la OTAN, así como por el hecho de que ambas continúen negándose a asumir toda responsabilidad en la falta de protección de los derechos de las minorías durante los disturbios interétnicos que se produjeron en Kosovo los días 17 y 18 de marzo de 2004. Un año después de aquellos sucesos, Amnistía Internacional sigue pidiendo a la UNMIK, a la KFOR y a varios gobiernos de la OTAN que hagan públicos los resultados de sus investigaciones sobre lo ocurrido y que pongan a disposición judicial al personal militar y a los agentes encargados de hacer cumplir la ley presuntamente responsables o cómplices de violaciones de derechos humanos. En un informe sobre los actos de violencia de marzo de 2004 publicado el año pasado, Amnistía Internacional expresó honda preocupación por el hecho de que ni las fuerzas de seguridad locales ni las internacionales protegieran a las minorías durante los enfrentamientos violentos, y calificó la respuesta de la UNMIK y la KFOR de inconsecuente e incoherente. En ese informe, Amnistía Internacional pidió a la OTAN y a la KFOR que hicieran públicos los resultados de su investigación sobre lo ocurrido e instó a los gobiernos de Francia y Alemania a realizar investigaciones sobre el papel de sus fuerzas, que al parecer no protegieron a los miembros de las comunidades serbias de Svinjare/Frasher y Prizren, y a hacer públicos los resultados. La organización fue informada por la UNMIK y por la OTAN de que, a raíz de los sucesos de marzo, se habían tomado algunas medidas, como mejorar la comunicación entre la UNMIK y la KFOR, revisar los planes de emergencia para el control de disturbios y realizar ejercicios conjuntos de mantenimiento del orden con policía de la UNMIK y la KFOR. Sin embargo, ni la OTAN ni ninguno de sus Estados miembros han hecho públicos los resultados de ninguna investigación sobre la actuación de sus fuerzas durante los actos de violencia de marzo. Amnistía Internacional acoge, no obstante, con satisfacción los progresos realizados por la policía de la UNMIK, que hasta la fecha ha puesto a disposición judicial a 179 personas presuntamente responsables de los actos de violencia de marzo. La pronta acción de la policía de la UNMIK para llevar a los tribunales a presuntos autores de delitos interétnicos constituye un importante rechazo de la impunidad con que durante tanto tiempo se han cometido en Kosovo actos de violencia interétnica. Sin embargo, a la organización le preocupa todavía la aparente falta de rendición de cuentas de los miembros de la policía de la UNMIK, la KFOR y el Servicio de Policía de Kosovo. Aunque las investigaciones sobre un incidente en el que un agente de la policía de la UNMIK mató de un disparo a una persona participante en los disturbios han determinado que el agente disparó aparentemente en legítima defensa, Amnistía Internacional considera motivo de preocupación que no se hayan hecho públicos los resultados de una investigación sobre otras tres muertes ocurridas durante una operación de la KFOR. Amnistía Internacional ha recibido información según la cual se han llevado a cabo unas 69 investigaciones sobre denuncias contra agentes del Servicio de Policía de Kosovo, pero no se han encontrado pruebas suficientes para iniciar enjuiciamientos. Según la UNMIK, que está considerando aún la posibilidad de entablar acciones disciplinarias, la ausencia de enjuiciamientos se ha debido a contradicciones de las pruebas aportadas por los testigos y al hecho de que algunos de éstos no se hayan mostrado dispuestos a declarar. Amnistía Internacional teme que los miembros de las minorías que presentaron denuncias no tengan aún confianza suficiente en las autoridades como para declarar como testigos contra el Servicio de Policía de Kosovo. Aunque la violencia interétnica no se ha repetido, a Amnistía Internacional le preocupa que, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), de las 4.100 personas desplazadas a la fuerza de sus hogares en marzo de 2004, más de la tercera parte, es decir, unas 1.690, continúen desplazadas, la mayoría en enclaves serbios. Asimismo a la organización le preocupa que, un año después de la violencia, parezcan haberse hecho muy pocos progresos en los esfuerzos por garantizar que los miembros de las minorías disfrutan de los mismos derechos que los de la mayoría. Amnistía Internacional continúa: - instando al gobierno francés, la OTAN y la KFOR a que confirmen si han abierto investigaciones sobre el papel y las acciones del contingente francés de la KFOR durante los disturbios violentos de Svinjare/Frasher y a que hagan públicos los métodos y las conclusiones de tales investigaciones; instando al gobierno alemán a que haga públicos los resultados de la investigación realizada por la subcomisión parlamentaria alemana sobre Kosovo; - pidiendo a la policía de la UNMIK y a la KFOR que hagan públicos los resultados de toda investigación que se realice sobre la conducta de los miembros de su personal y del personal del Servicio de Policía de Kosovo sospechosos de cometer abusos contra los derechos humanos durante la violencia de marzo. Información complementaria Durante los actos generalizados de violencia interétnica que estallaron en Kosovo en marzo de 2004, al menos 19 personas murieron –11 de etnia albanesa y ocho serbias– y más de 100 resultaron heridas. Asimismo, sufrieron daños o fueron destruidas unas 730 viviendas de miembros de minorías, en su mayoría serbios de Kosovo, y 36 iglesias, monasterios y otros centros religiosos y culturales ortodoxos. En menos de 48 horas, 4.100 personas pertenecientes a minorías (más de las 3.664 que habían regresado a lo largo de 2003) se vieron desplazadas de nuevo; de ellas, el 82 por ciento eran serbias, y el 18 por ciento restantes, romaníes y ashkali, así como unas 350 personas de etnia albanesa residentes en las zonas de mayoría serbia del norte de Mitrovica/Mitrovice y Leposavic/Leposaviq. Kosovo está administrado desde julio de 1999 por la UNMIK en virtud de la resolución 1244/99 del Consejo de Seguridad, que encarga a la KFOR establecer un ambiente en el que los refugiados y los desplazados puedan regresar a sus hogares en condiciones de seguridad. La propia UNMIK se encarga, con arreglo a la misma resolución, de la protección y promoción de los derechos humanos. Garantizar los derechos de las minorías es un aspecto esencial del proceso de determinación de la condición final de Kosovo. En Alemania, unas declaraciones hechas por el ministro de Defensa a raíz de un informe interno del ejército alemán dieron lugar en septiembre de 2004 al establecimiento de una subcomisión parlamentaria para investigar el despliegue de las tropas alemanas durante los actos violentos de marzo. Los resultados de estas investigaciones son confidenciales.

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