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La UE debe poner fin a la publicidad comercial de instrumentos de tortura

Uno de los instrumentos expuestos en el salón de seguridad Milipol 2015 de París. © Robin Ballantyne/Omega Research Foundation.
La Unión Europea (UE) debe adoptar inmediatamente medidas enérgicas contra la publicidad comercial sin trabas dentro de sus Estados miembros de equipos de seguridad que podrían usarse para infligir tratos crueles, inhumanos y degradantes a personas, afirman Amnistía Internacional y la Fundación de Investigación Omega en un nuevo informe que han dado a conocer hoy.
El informe, tituladoWhy the EU should ban the commercial marketing and promotion of inhumane policing and prison equipment, detalla cómo las lagunas legales permiten que instrumentos de tortura en potencia, como porras con púas, esposas para pulgares y escudos con púas, sean anunciados comercialmente y a veces exhibidos en ferias comerciales dentro de la UE, a pesar de que el comercio de estos artículos ya está prohibido en virtud del Reglamento de la UE sobre el comercio de equipos de tortura.
“La realidad es que artículos concebidos para infligir grados espantosos de sufrimiento humano se están exhibiendo abiertamente en ferias comerciales en Europa y que sus fabricantes hacen publicidad de ellos. Esto menoscaba de forma flagrante el espíritu del Reglamento que prohíbe la importación y exportación de estos mismos artículos en un esfuerzo por garantizar que ninguna persona o empresa se beneficia del repugnante comercio de la tortura”, manifestó Iverna McGowan, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
“La UE y sus Estados miembros deben poner orden en su tienda y prohibir la publicidad de esposas para pulgares, porras con púas y cualquier otro equipo bárbaro que sólo puede emplearse para infligir castigos crueles y degradantes a otros seres humanos".
El informe documenta que se están anunciando comercialmente artículos prohibidos en el Reglamento europeo sobre comercio de materiales de tortura, tanto en Internet como en eventos como el salón de seguridad Milipol 2015 de París.
Esposas para pulgares, porras con púas, escudos con púas y grilletes con pesos se promocionaron comercialmente en Milipol a pesar de que está prohibida la importación de estos productos en la UE y su exportación a países ajenos a la UE. Es preocupante que un escudo con púas y un juego de grilletes con pesos se exhibieran también físicamente en Milipol, suscitando más interrogantes sobre cómo estos pudieron haberse introducido en la UE estos artículos ilegales.
“Año tras año venimos exponiendo pruebas de que hay empresas que anuncian comercialmente equipos de tortura en ferias de seguridad como Milipol o promueven estos artículos en Internet. Y cada vez que hemos presentado nuestras conclusiones a Francia, Alemania y otros Estados de la UE pidiéndoles que pongan fin a estas prácticas, estos se han negado a hacerlo”, dijo el doctor Michael Crowley, de la Fundación de Investigación Omega.
“Ya es hora de que los gobiernos de la UE actúen de buena fe para cumplir sus obligaciones internacionales de combatir la tortura y los malos tratos, y garanticen que Europa deja de ser un mercado para equipos policiales y penitenciarios inhumanos", señaló Crowley.
En octubre de 2015, el Parlamento Europeo hizo una propuesta concreta para prohibir la comercialización y promoción, tanto físicamente como en Internet, de todos los artículos prohibidos en el Reglamento sobre comercio de material de tortura. El Consejo de la UE no aceptó la propuesta, que se está debatiendo actualmente en negociaciones informales a tres bandas entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo.
Amnistía Internacional y la Fundación de Investigación Omega instan al Consejo de la UE a que acepte la enmienda del Parlamento Europeo y la aplique con firmeza a fin de garantizar que ninguna persona ni empresa que comercia dentro de la jurisdicción de la UE puede seguir obteniendo beneficios de este comercio de instrumentos de sufrimiento humano.
Información complementaria
Con la entrada en vigor en 2006 del Reglamento del Consejo Europeo 1236/2005, la UE introdujo unos controles comerciales vinculantes sin precedentes para una serie de materiales que a menudo se utilizan para aplicar la pena capital e infligir tortura y otros malos tratos (“herramientas de tortura”), pero que no suelen estar incluidas en las listas de control de las exportaciones militares, de doble uso o estratégicas de los Estados miembros de la UE.
Amnistía Internacional y la Fundación de Investigación Omega ya han publicado cuatro informes, en 2007, 2010, 2012 y 2015, en los que identificaban lagunas concretas de las disposiciones del Reglamento de la UE, así como omisiones de las dos listas de productos prohibidos y controlados de la Unión que han permitido que continúe el comercio de “herramientas de tortura”.
El 16 de julio de 2014, la Comisión respondió positivamente con la introducción del Reglamento de Ejecución (UE) nº. 775/2014, que amplía la lista de productos prohibidos y la de productos controlados incluidos en el Reglamento. Pueden encontrar estas listas en el Apéndice del informe Why the EU should ban the commercial marketing and promotion of inhumane policing and prison equipment.

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