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La “investigación” de las agresiones contra manifestantes debe ser transparente

Las fuerzas de seguridad jordanas no sólo no intervinieron mientras los manifestantes partidarios del gobierno atacaban a los que pedían reformas, sino que podrían haber facilitado tales ataques. Autor patrikneckman bajo licencia CC BY-SA 2.0
implicación de las fuerzas de seguridad en los ataques

Marouf Bakhit

investigación minuciosa, independiente e imparcial




La policía no hizo nada para evitar la violencia contra los manifestantes. Los agresores eran matones pagados para ese fin y agentes de policía. Los agentes golpeaban a la gente con porras y le disparaban con cañones de agua. Los que salían huyendo de la plaza caían en manos de los matones, que los golpeaban. Yo salí bien librado comparado con otros. Un policía me dio un puñetazo en la nariz y me golpeó en la pierna con un palo Los manifestantes [partidarios de la reforma] eran pacíficos, pero los trataron violentamente. Todo el tiempo entonaban ‘selmiyeh, selmiyeh [paz, paz]’. Recogieron las piedras y con ellas formaron un mapa de Jordania. Muchas de las piedras estaban cubiertas de sangre


la primera noche resultaron heridas [por las piedras] unas 50 personas Al segundo día vimos salir de los automóviles policiales a matones armados con palos y navajas. Después, los agentes de la policía junto con los de la gendarmería [darak] cercaron a los manifestantes por delante y los matones los cercaron por detrás, y todos nos golpearon. Posteriormente abrieron un pequeño espacio para que los manifestantes escaparan y siguieron persiguiéndolos y golpeándolos Los matones quemaron las tiendas de los manifestantes y destrozaron un vehículo que se había utilizado como escenario


la gendarmería llegó, bloqueó la zona y rodeó totalmente a los manifestantes, mientras los matones les arrojaban piedras, empujándolos hacia una pequeña zona bajo el puente. Allí esperaron órdenes. Cuando éstas llegaron, se abrieron las puertas del infierno y comenzaron a atacar de forma violenta y brutal. Los manifestantes, entre los que había mujeres y niños, fueron agredidos por diferentes fuerzas de seguridad: gendarmes, agentes de seguridad pública, agentes de la policía preventiva, agentes vestidos de civil y otros. La gendarmería dispersó a los manifestantes haciendo un uso excesivo de la fuerza, con cañones de agua y porras, mientras que los otros agentes de las fuerzas de seguridad y los matones les pegaban con palos y les daban patadas, puñetazos y golpes en todas partes del cuerpo, especialmente en la cabeza

Khayri Said JamilKhayri Said Jamil Tenía los dientes rotos y hematomas y heridas en la cabeza, los oídos, las piernas y los genitales

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