- Amnistía Internacional ha instado al gobierno israelí a:
Facilitar al Centro de la ONU para la Coordinación de Actividades Relativas a las Minas los datos relativos a los ataques con bombas de racimo y las coordenadas exactas de las zonas donde sus fuerzas los llevaron a cabo. - Iniciar una investigación independiente e imparcial sobre los datos que indican que sus fuerzas cometieron graves violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y humanitario durante el conflicto, incluidos crímenes de guerra, y garantizar que los responsables son llevados ante la justicia.
- Revisar su interpretación de las normas y principios relativos a los conceptos de objetivo militar, ventaja militar y proporcionalidad para garantizar que es plenamente compatible con el derecho internacional humanitario y para asegurarse de que el ejército israelí cumple con su deber de tomar precauciones cuando efectúa ataques, así como en sus operaciones de defensa, y no lleva a cabo ataques que constituyan castigos colectivos.
- Anunciar la suspensión del uso de todas las armas de racimo y garantizar de todos modos que jamás y en ninguna circunstancia vuelven a utilizarse tales armas en zonas civiles.
- Renunciar a su política ilegítima de ataques de represalia con cohetes contra la población civil de Israel y garantizar que sus combatientes cumplen totalmente con la obligación de tomar precauciones en los ataques y en las operaciones de defensa, incluida la precaución de hacer todo lo posible para que se los distinga de las personas no combatientes.
- Garantizar que Ehud Goldwasser y Eldad Regev, soldados israelíes capturados por combatientes de Hezbolá el 12 de julio de 2006, reciben un trato humano en todo momento y tienen de inmediato acceso al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).