detención de un general acusado de secuestros y tortura en Filipinas es una señal esperanzadora abordando la cultura de impunidad para las graves violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad
El general de división retirado Jovito Palparan, de 63 años, fue detenido
Apodado “Berdugo” (“el ejecutor” o “el carnicero”) por los activistas de derechos humanos, está acusado del secuestro y la detención ilegal de unas estudiantes universitarias en 2006.
“La detención de uno de los presuntos autores de violaciones de derechos humanos más buscados debe servir de estímulo a las autoridades para intensificar sus esfuerzos dirigidos a llevar ante la justicia a los mandos militares y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que, según informes, han abusado de su autoridad a través de su participación en torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales”
“Es terrible que tantos funcionarios públicos presuntamente implicados en violaciones de derechos humanos continúen en libertad. La detención del general Palparan permite abrigar la esperanza de que esto cambie. Él y otros presuntos autores de violaciones de derechos humanos deben ser juzgados con las debidas garantías. Es el momento de derribar el muro de impunidad, ladrillo a ladrillo”.
teniente coronel Felipe Anotado, el sargento Edgardo Osorio y el sargento mayor Rizal Hilariosecuestro de Karen EmpeñoSherlyn Cadapan,
Uso sistemático de la tortura
Raymond Manalo,
“Aunque rara vez se hable de ello, la tortura es endémica en Filipinas y es el oscuro secreto a voces del país. A pesar de que está prohibida por el derecho nacional y de que el país ha suscrito tratados internacionales destinados a poner fin a la tortura, las más de las veces todo esto no ha sido más que papel mojado”
“Todas las denuncias de tortura deben ser investigadas con exhaustividad e imparcialidad. Es preciso decir a los tribunales, al Departamento de Justicia y a los organismos gubernamentales encargados de garantizar la rendición de cuentas por el abuso de autoridad que ya es hora de poner fin a la tortura y obligar a los torturadores a dar cuentas de sus actos”.