Esta mañana, la Corte Suprema de Estados Unidos ha escuchado los argumentos orales en la causa Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization (JWHO), una impugnación de la prohibición del aborto en Misisipi que podría diezmar el derecho al aborto establecido por Roe v. Wade. Si la causa Roe se anula o se vacía de contenido, millones de personas en 26 estados, la mayoría del sur y el medio oeste, podrían perder el acceso a un aborto sin riesgos.
En respuesta a los argumentos orales escuchados esta mañana, Tarah Demant, directora de Género, Sexualidad e Identidad en Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:
“Las leyes y políticas que restringen el acceso a un aborto sin riesgos violan los derechos humanos de las mujeres y de las personas que pueden quedarse embarazadas, incluidos los derechos a la autonomía y la intimidad, la libertad y la seguridad de la persona, la igualdad y la no discriminación, la igualdad de protección de la ley, la salud y la vida, así como el derecho a no sufrir tortura u otros malos tratos. Toda persona ha de tener libertad para ejercer su autonomía corporal y tomar sus propias decisiones sobre su vida reproductiva, incluida la decisión de si tener o no hijos y cuándo”.
“El Senado de Estados Unidos debe actuar de inmediato para proteger el derecho al aborto y aprobar la Ley de Protección de la Salud de las Mujeres.”
“Estados Unidos no debe retroceder respecto a los progresos globales logrados en cuanto al derecho al aborto y debe garantizar el acceso al aborto y la plena autonomía corporal. El mundo está observando.”
Información complementaria
Junto con Global Justice Center y Human Rights Watch, Amnistía Internacional Estados Unidos presentó al tribunal un informe de amicus curiae en la causa Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, en el que exponía los motivos de preocupación en materia de derechos humanos respecto a este caso.
