- Solicitar que el secretario general de la ONU comience de inmediato los preparativos para el despliegue de una sólida fuerza de mantenimiento de la paz en la República Centroafricana que proteja a la población civil, incluidos refugiados y desplazados internos, y ponga fin a la espiral catastrófica de proporciones épicas en la que se está hundiendo el país.
- Tomar medidas de transición para detener la violencia. La comunidad internacional debe apoyar una propuesta del secretario general de la ONU para recurrir a tropas de las misiones de mantenimiento de la paz de este organismo en países vecinos hasta que todo el contingente de tropas de la misión de mantenimiento de la paz se haya desplegado en República Centroafricana.
- Garantizar que la misión de mantenimiento de la paz, así como cualquier otro mecanismo de transición, tiene un sólido mandato de derechos humanos para proteger a la población civil de delitos de derecho internacional y proteger a desplazados internos y refugiados. Dicha fuerza deberá tener una gran especialización y sólidos conocimientos sobre violencia sexual y de género y derechos humanos de las mujeres, ser proactiva a la hora de proteger a la población civil, y contar con unas reglas de intervención que reflejen claramente este mandato.