- la prohibición de la promoción de equipos de tortura prohibidos. En la actualidad, las empresas de la UE hacen publicidad de equipos prohibidos en ferias comerciales y en Internet;
- que el reglamento abarque efectivamente la intermediación. Actualmente, las empresas y personas de la UE pueden poner en marcha acuerdos para suministrar equipos de seguridad que pueden emplearse en la tortura a países no pertenecientes a la UE siempre que los acuerdos se hagan fuera de la UE y los dispositivos no toquen suelo europeo;
- un mecanismo específico de control del uso final que permita a los Estados de la UE suspender inmediatamente una transferencia concreta de productos destinados a infligir torturas o la pena de muerte, aunque dichos productos no figuren actualmente en las listas de los anexos del reglamento. En la actualidad si hubiera una transferencia inminente de equipos no incluidos en dichas listas que se van a usar claramente para infligir torturas o la pena de muerte, el Estado miembro afectado no tiene más remedio que permitir que siga adelante la transferencia so pena de correr el riesgo de infringir la legislación de la UE. Las enmiendas del Parlamento Europeo permiten a los Estados miembros tener la capacidad y la responsabilidad de detener una transferencia de equipos si saben que estos equipos van a usarse claramente para infligir torturas o la pena de muerte, con independencia de si figuran o no en las listas actuales.
Información complementaria
Con la entrada en vigor en 2006 del Reglamento del Consejo Europeo 1236/2005, la UE introdujo unos controles comerciales vinculantes sin precedentes para una serie de materiales que a menudo se utilizan para aplicar la pena capital e infligir tortura y otros malos tratosEl trabajo de incidencia en el ámbito de la UE en torno al informe de 2010 propició la decisión de la Comisión Europea al año siguiente de ampliar las dos listas para incluir otros componentes de equipos como los dispositivos de electrochoque que se sujetan al cuerpoAhora los Estados miembros de la UE están estudiando las propuestas de la Comisión, junto con las recomendaciones del Parlamento