- Inste al gobierno de Sri Lanka a que permita acceder de inmediato y sin trabas a organizaciones y observadores nacionales e internacionales, incluidas agencias de ayuda, organizaciones de derechos humanos y periodistas, a todas las zonas del país pertinentes para observar la situación y salvaguardar contra las violaciones de derechos humanos. La ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja deben tener acceso pleno e inmediato, como disponen sus mandatos, a lugares críticos, en particular a los puntos de inscripción y selección de las personas desplazadas, a todos los lugares de detención y a los campos de desplazados, para intentar evitar violaciones como la detención arbitraria, la tortura y otros malos tratos, la desaparición forzada y las ejecuciones extrajudiciales. Tal acceso es igualmente fundamental para garantizar que la ayuda que tanto se necesita llega oportunamente a las personas desplazadas.
- Programe una misión de investigación de las denuncias de graves violaciones y abusos del derecho internacional humanitario y de derechos humanos perpetrados por las fuerzas de Sri Lanka y por los Tigres de Liberación durante las recientes hostilidades, con vistas a determinar los hechos y a formular recomendaciones sobre la mejor forma de lograr que sus autores rindan cuentas.
- Pida la creación de una misión de observación de la ONU eficaz para ayudar al gobierno de Sri Lanka a aplicar las reformas legislativas y de otro tipo que garantizarían los derechos humanos de todos los ciudadanos del país.
- Decida mantenerse atento a la situación en Sri Lanka una vez terminada la sesión especial, que marcaría el comienzo de una atención sostenida del Consejo de Derechos Humanos a la situación en el país.