Una universidad siria de la zona controlada por el gobierno ha sido alcanzada por proyectiles de mortero y, según la información recibida, han muerto hasta 15 personas y han resultado heridas muchas más. Amnistía Internacional califica el ataque de violación grave de las leyes de la guerra.
El ataque contra la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Damasco se ha producido en medio de una intensificación de los combates en la zona en los últimos días.
“Quien sufre las peores atrocidades de este conflicto brutal es la población civil –ha afirmado Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África–. Todas las partes deben cumplir el derecho internacional humanitario y no efectuar ataques que maten y hieran indiscriminadamente a civiles”.
“No está claro quién ha sido el responsable de disparar los morteros en este ataque, que ha impactado en una zona controlada por el gobierno, pero una cosa es segura: han disparado contra zonas con una gran población civil. Los morteros son armas de uso completamente inapropiado en zonas civiles. Incluso si el blanco era un objetivo militar, la decisión de utilizar morteros para atacar un blanco próximo a zonas civiles revela una cruel falta de respeto por la suerte de los civiles y por las disposiciones del derecho internacional humanitario”.
“Aunque, según se ha informado, un grupo armado de oposición ha advertido en los últimos días a la población civil que evacue algunas zonas de Damasco porque se van a lanzar ataques, tal aviso no le exime de la responsabilidad de minimizar los daños a los civiles. Si parece probable que un ataque va a ser indiscriminado o desproporcionado, debe suspenderse de inmediato”.
“Los Estados que han prometido suministrar armas a la oposición tienen la responsabilidad de asegurarse de que tales armas no van a utilizarse después para violar el derecho internacional humanitario”.
Hasta ahora nadie se ha responsabilizado del ataque y todavía no se ha identificado a las víctimas.
