Esta semana el sitio de filtraciones de documentos confidenciales WikiLeaks hizo públicos miles de documentos de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) y que, de ser auténticos, serían las tripas de un programa de ciberespionaje con el que los servicios de inteligencia de Estados Unidos piratean prácticamente todo, desde teléfonos a tablets, ordenadores y televisores inteligentes conectados a Internet. Estas filtraciones son el mayor escándalo desde los casos de Chelsea Manning y Edward Snowden.
A tenor de las revelaciones de Wikileaks no solo tu televisor te escucha –incluso cuando está apagado– sino que también lo hacen tu teléfono, tu ordenador y tu tablet. Según los informes, la CIA piratea los sistemas operativos de ordenadores como Windows, Mac OS X y Linux, de tablets y móviles como iOS, Android, y de sistemas de mensajería como WhatsApp, Signal y Telegram.
Plataformas de mensajería
Una de las revelaciones puntualiza que la CIA no es capaz de sortear el encriptado de los mensajes que se envían a través de las plataformas de mensajería, pero sí de leerlos mientras se están escribiendo. Ya en 2013 Wikileaks denunciaba este sistema de 'lectura en directo' que utilizaba la Agencia de Seguridad Nacional (la NSA por sus siglas en inglés) para leer correos electrónicos. Signal, Wiebo, Confide y Cloackman serían otras de las aplicaciones de mensajería que podrían haber sido pirateadas. Lo mismo se aplica a la red china de microblogging Weibo.
Televisores inteligentes
Para las televisiones inteligentes de la empresa Samsung se diseñó el programa 'Weeping Angel' capaz de poner los televisores en un modo de falso apagado para hacer creer que ya no están en funcionamiento cuando, en realidad, actúan como si fueran micrófonos ocultos y graban las conversaciones que se producen, enviándolas a un servidor secreto de la CIA a través de Internet.
Con el lanzamiento de sus televisores inteligentes en Estados Unidos, Samsung incluyó la advertencia en su manual de instrucciones de que el dispositivo podía capturar órdenes orales que la empresa podía "recolectar" y "transmitir a terceros". La nota avisaba de que podrían hacerlo incluso en el que caso de que la información fuera "personal o sensible".
Manifestación en Berlín contra la vigilancia masiva. © R. Byhre/Demotix
“Entre los aspectos más escandalosos de la filtración se encuentran los indicios de que la CIA conocía –pero se ha callado– graves vulnerabilidades de teléfonos inteligentes y dispositivos electrónicos de consumo utilizados por cientos de millones de personas en todo el mundo”
Sherif Elsayed-Ali, director de Tecnología y Derechos Humanos de Amnistía Internacional
“Y no son sólo las agencias de inteligencia estadounidenses las que recurren a estas prácticas: hay una carrera desatada entre las agencias de seguridad del mundo para introducirse en los servicios de Internet y los dispositivos electrónicos, que socava la seguridad de la información para todas las personas”.
Amnistía Internacional está en contra de la vigilancia masiva al tratarse de una práctica ilegal según las leyes internacionales de derechos humanos. En nombre de la seguridad y de la lucha contra el terrorismo, los gobiernos nos dicen que necesitan más poderes para investigar y prevenir atentados. Pero esta vigilancia indiscriminada nos convierte en presuntos delincuentes y nuestras actividades en sospechosas. Cuando los gobiernos nos espían, están violando nuestros derechos humanos.
