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Una madre con su hijo huyen de los bombardeos en Rafá, Gaza. El informe de Amnistía Internacional y Forensic Architecture considera que se perpetraron crímenes de guerra. © AP

Blog

Un día "como el fin del mundo" en Rafá, Gaza

Manu Mediavilla, colaborador de Amnistía Internacional,

Ni el hospital ni las ambulancias se libraron hace un año del implacable, destructivo y mortífero ataque israelí del  'Viernes Negro' de Rafá, al sur de Gaza. Aquel 1 de agosto de 2014, y hasta el día 4, los sistemáticos y aparentemente deliberados bombardeos aéreos y de artillería mataron al menos a 135 civiles y dejaron un reguero de sangre y desolación como represalia por la captura de un teniente israelí.


‘Black Friday’: Carnage in Rafah during 2014 Israel/Gaza conflict'Viernes Negro': Matanza en Rafá durante el conflicto de Israel y Gaza de 2014

"Fue un día negro. No puedo pensar en otro día peor"todo el mundo estaba llorando"La situación era muy, muy mala (...). La imagen no era de una guerra; era como de una máquina haciendo carne picada con la gente sin piedad”.

Rescate de heridos en Rafá durante los ataques que se produjeron entre el 1 y el 4 de agosto de 2014. © AFP/Getty Images

La Directiva Hannibal



"No exagero si digo que caían 50-60 proyectiles por minuto... Fue la locura",





no podía describir lo que vimos" "No parecía nuestra zona. No eran nuestras calles. El cementerio es un millón de veces mejor que esas calles. Había cuerpos en la calle... No había un solo edificio sin daños".

La captura de un teniente israelí desencadenó la matanza de Rafá en la que murieron al menos 135 civiles. © Albert Sadikov/Xinhua Press/Corbis



bombas cayendo fuera""ocho proyectiles por minuto";cientos de heridos"docenas de muertos"electricidad cortada"el techo derrumbado"lleno de gente" doctores incapaces de tratar a tantos pacientes"; quirófano lleno"ocho ambulancias fuera" sería un lugar seguro".

Estaba completamente quemada, no quedaba nada más que el metal. Lo que vimos fue horrible. La ambulancia parecía una rama de árbol completamente carbonizada. Los cuerpos no tenían piernas ni manos y estaban abrasados. Así que los pusimos en bolsas de plástico y los llevamos a la cámara frigorífica del hospital".

No sé por qué lo hicieron. He estado trabajando como médico durante 15 años, e incluso si viera a mi enemigo, lo trataría. Es nuestra ética y nuestra labor como médicos".

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