Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

© REUTERS/Kacper Pempel

Blog

Siete maneras en que Arabia Saudí silencia a las personas en Internet

Por Ben Beaumont, Amnistía Internacional,

Raif Badawi cumple una condena de 10 años de prisión en Arabia Saudí, sobre todo por haber creado una página web. Hablamos con otro bloguero local –que se mantiene en el anonimato por su propia seguridad– sobre las diferentes tácticas que las autoridades utilizan para silenciar a las personas en la Red.

1. Amordazar a cualquiera que tenga una opinión independiente

“La situación en Arabia Saudí es muy mala en términos generales, pero en especial desde el punto de vista de quienes tienen opiniones independientes y van contra corriente. Recientemente se han producido investigaciones, arrestos y detenciones por periodos breves de periodistas, atletas, poetas, blogueros, activistas y twitteros”.

2. Culpar de todo al terrorismo

“Las autoridades son frágiles. Buscan amordazar y reprimir a la disidencia a través de diferentes medios, entre los que se incluye la vergonzosa Ley sobre Delitos de Terrorismo, que se ha convertido en una espada de Damocles para quienes tienen opinión. Los tribunales dictan sentencias de cárcel de 10 o más años como resultado de un solo tweet. Se ataca a las personas ateas y a las que se ponen en contacto con organizaciones de derechos humanos como si fueran “terroristas”.

3. Ataques personales contra los blogueros

“Me han acosado de muchas formas. Las autoridades contactaron con el proveedor de internet donde alojo mi página web personal y le pidieron que la bloqueara y borrara todo su contenido. También enviaron a varios agentes de seguridad para decirme que dejara lo que estaba haciendo, por mi bien y el de mi familia. Después se me prohibió oficialmente bloguear bajo amenaza de arresto en caso contrario. Sucumbí y lo dejé para proteger a mi familia”.

4. Prohibiciones, acusaciones falsas y despidos

“Existen muchos casos de blogueros a quienes se les ha restringido la actividad o se les ha prohibido. Algunos de ellos, a los que conozco, siguen siendo investigados sobre entradas de blog que escribieron en 2008, aunque ya no tengan nada que ver con blogs. Pueden hacer que los blogueros saudíes sean despedidos de sus trabajos e impedir que puedan ganarse la vida. Algunos enfrentan supuestos falsos sobre su “ateísmo” o “demencia”. Imponen restricciones en casi todos los aspectos de la vida de los blogueros”.

5. Vigilancia y censura online de gran alcance

“La censura está en su punto álgido, sobre todo desde que se aprobó la Ley sobre Delitos de Terrorismo. Arrestaron a un poeta como resultado de un solo tweet en el que criticaba indirectamente al Rey Abdullah utilizando un lenguaje simbólico. Con millones de usuarios de páginas webs en Arabia Saudí, esto significa que las autoridades están atentas a todo lo que se escribe. También recibimos informes a través de diarios internacionales sobre la vigilancia que utiliza Arabia Saudí para acceder y vigilar las cuentas de personas activistas”.

6. Desplegar un ejército electrónico

“Las autoridades tienen poderosos ciberejércitos que dan una falsa impresión de la situación en Arabia Saudí para despistar a la ciudadanía de otros países. Lanzan páginas web, canales en Youtube y blogs cuyo objetivo son activistas y oponentes, donde les describen como ateos, infieles y agentes que promueven la desobediencia al Rey. Por el contrario, estas mismas páginas web, canales y blogs a menudo alaban al Estado y sus esfuerzos. Yo he sido personalmente víctima de este Estado que orquestó campañas que dañaron mi reputación”.

7. Castigos brutales

El caso de Raif Badawi pone aún más en evidencia la brutalidad de un Estado que sigue gobernando a través de castigos medievales, como flagelaciones, cuantiosas multas y penas de cárcel exageradas. El Gobierno saudí necesita saber que no es dueño del mundo y que no puede silenciar la voz de todos con su dinero”.

Firma nuestra petición para que pongan en libertad inmediata a Raif Badawi.>

Contigo somos independientes

Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.

Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.

Haz posible nuestra independencia.