Shackelia Jackson perdió a su hermano abatido a tiros por la policía. Aparentemente, encajaba en la descripción de un sospechoso al que perseguían: tenía rastas. La policía lo abatió a disparos en su pequeño restaurante, en Jamaica.
Queridos amigos y amigas:Redactar la respuesta perfecta me llevaba más tiempo del previsto, así que me he resignado a escribir desde el corazón.He dedicado los últimos tres años a hablar como una hermana destrozada, a asegurarme de que nadie olvidase. Después vi la evolución de ese papel; las puertas que abrió para otras personas, pero también las amenazas que me planteaba.La muerte de mi hermano Nakiea Jackson y mis acciones posteriores me convirtieron en sinónimo de una lucha más grande que Nakiea; una lucha en la que era difícil detenerse.Sin embargo, la magnitud de esa lucha y el arduo camino que nos espera no se podían hacer individualmente, y aquí es donde entran ustedes, Amnistía Internacional y sus aliados.Ustedes son una expresión del apoyo global que necesitaba para reescribir una historia de injusticia y me siento agradecida porque la historia de Nakiea les ha resonado lo suficiente, permitiéndome beneficiarme de su apoyo, su compromiso y su hospitalidad. Ustedes han hecho que el viaje sea posible, han ampliado nuestra plataforma y han ofrecido la orientación estratégica y la red de apoyo necesarias en este proceso de cambio.Nakiea se convirtió en un símbolo global del lenguaje universal de la muerte, la necesidad de cambio y el valor de la comunidad internacional, su presión y presencia constantes.
Quienes toman las decisiones dejaron de controlar el discurso y alteramos la nostalgia que exportaban.Ustedes me han dado una fuente de esperanza; para vivir de nuevo, para soñar de nuevo; gracias a la observación y la confianza que expresan las comunidades con las que interactúo en sus fuerzas de seguridad he recuperado mi inocencia. Ustedes han hecho que se pueda aspirar a eso en Jamaica.Ustedes son los auténticos héroes y heroínas, y su altruismo y dedicación a la defensa de los derechos humanos y la dignidad en todo el mundo se refleja en el apoyo que obtienen sus campañas y en los resultados positivos que han logrado para las personas afectadas y victimizadas.Podría seguir, pero estoy segura de que he expresado la esencia de mi gratitud, así que les digo: que la paz sea con ustedes, sigan siendo un faro para el cambio y una luz en nuestro camino. Me emocionan las posibilidades de nuestra asociación continuada, pues lo mejor aún está por venir.Un cordial saludo,“Ustedes me dieron [...] un espacio seguro y los hombros de gigante a los que subir.”
Shackelia Jackson
Shackelia