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Trabajadores migrantes en Qatar

Un trabajador limpia el exterior del edificio de Qatar Petroleum en Doha, Qatar. © AP Photo/Kamran Jebreili

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Se acaba el tiempo para el Mundial de Qatar

Por Carlos de las Heras (@carlisevic), responsable de deporte y derechos humanos en Amnistía Internacional,

Dentro de un mes, 60.000 personas se darán cita en el estadio Al Bayt, en la ciudad qatarí de Jor, y millones más lo harán a través de la televisión. ¿El motivo? Comienza el Mundial de Qatar enfrentando a Ecuador contra la selección anfitriona, que sigue bajo sospecha en cuanto al respeto de los derechos humanos. Tras los focos de los estadios de este Mundial, sigue habiendo mucha oscuridad.

El 20 de noviembre ambas selecciones saltarán a un terreno de juego que fue construido entre 2015 y 2020 por miles de trabajadores migrantes y de los que nadie se acordará cuando empiece a rodar el balón. Nadie salvo, evidentemente, sus familiares, su gente cercana y, afortunadamente, las miles de personas que han alzado su voz contra los abusos sufridos por la población migrante en todo lo relacionado con la organización del Mundial.

Trabajadores migrantes trabajan en el Qatar Education Stadium, uno de los estadios del mundial de Qatar 2022

Trabajadores migrantes trabajan en el Qatar Education Stadium, uno de los estadios de la Copa del Mundo 2022. © AP Photo/Hassan Ammar

Deportistas y patrocinadores preocupados por los trabajadores migrantes en Qatar

Pero no solo han sido personas anónimas las que se han preocupado por algo más que el fútbol en Qatar. En las últimas semanas, las federaciones nacionales de siete de las selecciones clasificadas (Bélgica, Francia, Inglaterra, Alemania, Países Bajos, Gales y Estados Unidos) han apoyado públicamente la campaña #PayUpFIFA, que pide al máximo organismo del fútbol mundial que destine como mínimo 440 millones de dólares estadounidenses para proporcionar reparación a los cientos de miles de trabajadores y trabajadoras migrantes que han sufrido violaciones de los derechos humanos en Qatar durante la preparación de la Copa Mundial 2022. Exfutbolistas, como Gary Lineker o Alan Shearer se han hecho eco de esta campaña y seleccionadores, como Louis Van Gaal, de los Países Bajos y Adenor Leonardo Bacchi, Tite, de Brasil, han manifestado que FIFA debería remediar los abusos cometidos. Incluso cuatro de las empresas que patrocinarán el Mundial (AB InBev/Budweiser, Coca-Cola, Adidas y McDonald's) han declarado su apoyo a la petición de compensación.

Afición preocupada por las violaciones de derechos humanos cometidas para el Mundial de Qatar

Al apoyo de todas las personas e instituciones anteriormente mencionadas hay que sumarle los resultados de la encuesta que revelaba cómo casi tres cuartas partes (73%) de las personas preguntadas en los países donde se realizó la consulta estarían a favor de que la FIFA indemnizara a los trabajadores y trabajadoras migrantes que sufrieron abusos durante los preparativos de la Copa Mundial. Además, el 67% de las más de 17.000 personas encuestadas también comparten la opinión de que sus federaciones nacionales deben pronunciarse públicamente sobre los problemas de derechos humanos relacionados con la Copa del Mundo de Qatar, un apoyo que supera el 84% entre las personas que probablemente verán al menos un partido del torneo.

En España, ese apoyo es aún mayor: 8 de cada 10 personas apoyan la creación de un programa de indemnización y reparación de los daños causados, y 7 de cada 10 consideran imprescindible que la Federación Española de Fútbol se manifieste al respecto y denuncie públicamente los problemas de derechos humanos asociados a la organización del Mundial en Qatar.

Indemnización por la muerte de un trabajador migrante en Qatar

Una mujer sostiene un cheque recibido como indemnización de la Junta de Promoción del Empleo en el Extranjero tras la muerte de su marido como trabajador migrante en Qatar. Recibió 2.777 dólares. © AP Photo/Niranjan Shrestha

Respuestas incompletas por parte de Qatar

No cabe duda que el mundo está preocupado por lo sucedido en Qatar y exige respuestas. Respuestas que han llegado en forma de reformas laborales aprobadas por las autoridades cataríes, que son prometedoras para proteger a los trabajadores de, por ejemplo, el robo de salarios y mejorar el acceso a la justicia y también se ha reformado el sistema de kafala (patrocinio). Sin embargo, siguen existiendo importantes lagunas. Su introducción tardía y su escaso alcance, ya que no cubren a todos los trabajadores, especialmente en el caso de las iniciativas del Comité Supremo de Organización y Legado, han provocado que los beneficios de estos programas sean limitados. Por ejemplo, los trabajadores que ya han abandonado Qatar no pueden acceder a los comités laborales ni a un fondo creado para pagarles cuando sus empleadores no lo han hecho.

El silencio de la Federación Española de Fútbol antes los abusos cometidos para el Mundial de Qatar

Sin duda, el apoyo de las federaciones nacionales es una herramienta poderosa para que FIFA deje de regatear esta cuestión. Y si bien varias han prestado su voz para ayudar a garantizar que miles de familias que han perdido a su único sostén económico paguen los préstamos pendientes o las facturas impagadas, hay otras que siguen guardando silencio. Es el caso de la Real Federación Española de Fútbol, a quien Amnistía Internacional lleva pidiendo un gesto desde el año 2020. Como miembro de FIFA, y como una de las 32 selecciones participantes, España tiene la responsabilidad de apoyar la reparación a los trabajadores y trabajadoras migrantes. Es más, como institución que se beneficiará económicamente de los ingresos generados por la Copa del Mundo de Qatar, también tiene la responsabilidad, en virtud de los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, de utilizar su influencia para prevenir y mitigar los impactos adversos reales y potenciales sobre los derechos humanos, que causan, contribuyen o están vinculados, incluso en Qatar.

Trabajador migrante sentado en una de las camas de la habitación que comparte con otros siete trabajadores indios en Doha (Qatar)

Un trabajador migrante está sentado en una de las camas de la habitación que comparte con otros siete trabajadores indios en Doha (Qatar). © AP Photo/Maya Alleruzzo, Archivo

Pero hasta ahora lo único que ha hecho la Federación es ponerse de perfil. Ninguna respuesta a las peticiones de reunión, ningún comentario público sobre la cuestión, ni una sola palabra con la que la afición española pueda saber de qué lado está nuestra selección. El mensaje de la afición, junto al de otras federaciones nacionales de fútbol y varias empresas patrocinadoras es contundente: es hora de actuar y ofrecer reparación a los trabajadores y trabajadoras migrantes que han hecho posible el torneo más emblemático de la FIFA en Qatar.

A solo un mes del primer partido, la tarea de proteger a la población trabajadora migrante de la explotación está sólo a medias, mientras que la de indemnizar a quienes han sufrido abusos apenas ha comenzado. También es urgente que Qatar se comprometa a implementar más reformas y mejorar las condiciones a largo plazo. Los avances no deben detenerse una vez que los focos se apaguen y el mundo deje de mirar hacia Qatar. Para la FIFA solo hay dos opciones: dedicar una pequeña proporción de los ingresos de la Copa Mundial para un fondo de indemnización, algo que marcará una enorme diferencia para miles de trabajadores o seguir sin hacer nada y aceptar que el torneo quede manchado y sea recordado no por los goles, sino por los abusos contra los derechos humanos. También es hora de saber qué piensa la Federación Española, aunque el reloj sigue corriendo y cada vez queda menos tiempo para remontar…

 

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