Cada año, el 7 de septiembre, se celebra el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, uno de los recursos naturales que debemos proteger.
El acceso a un aire limpio y saludable es una cuestión de derechos humanos, ya que está intrínsecamente ligado al derecho a un medioambiente limpio, sano y sostenible, clave para la preservación de la vida y la salud. Quienes viven en áreas con aire contaminado se enfrentan a un riesgo elevado de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otras afecciones, que socavan su calidad de vida y limitan sus oportunidades. Muchas comunidades vulnerables en regiones de bajos ingresos a menudo se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a la degradación ambiental y la falta de recursos para adaptarse. Este desplazamiento forzado, conocido como migración climática, plantea serios desafíos en términos de derechos humanos y debe afrontarse para abordar la justicia climática en todo el mundo.
Un planeta más verde, un aire más limpio para celebrar el Día Internacional del Aire Limpio. © Batuhan Kurt by Pexels
De acuerdo con la información proporcionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), prácticamente la totalidad de la población global, un 99%, se encuentra expuesta a la inhalación de aire contaminado. Esta contaminación atmosférica provoca unos siete millones de muertes prematuras al año; una cifra que podría incluso duplicarse si la contaminación no se reduce antes de 2050.
En España, en 2021, el 86,7% de las zonas de calidad del aire superaron el valor recomendado por la OMS para las PM2,5 (partículas finas, procedentes de la quema de combustibles fósiles) y un 62% de las zonas no respetaba el valor para el dióxido de nitrógeno (NO2) anual. Ecologistas en acción, en un informe publicado recientemente, en junio de 2023, concluyó que el 92% del territorio español y la totalidad de la población estuvo expuesta a unos niveles insalubres de contaminación en el año 2022.
En los países en vías de desarrollo, sus estragos son particularmente desproporcionados, siendo las mujeres, las personas mayores y los niños y niñas las víctimas más vulnerables.
“ Los mismos contaminantes que provocan el cambio climático empeoran la calidad del aire, lo que crea riesgos para la salud humana, daña los ecosistemas, disminuye la productividad agrícola y pone vidas en peligro a diario”
“El cambio climático y la calidad del aire están unidos inextricablemente. Los mismos contaminantes que provocan el cambio climático empeoran la calidad del aire, lo que crea riesgos para la salud humana, daña los ecosistemas, disminuye la productividad agrícola y pone vidas en peligro a diario”, ha declarado Ann Harrison, asesora de política sobre cambio climático de Amnistía Internacional.
"Los países deben actuar para salvaguardar la salud pública y los derechos humanos. Aquellos que tienen una mayor responsabilidad en las emisiones históricas deben garantizar el cumplimiento de los compromisos existentes en materia de financiación climática para proteger los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades marginadas más vulnerables al cambio climático”.
Aire limpio, vida mejor. © Donald Tong by Pexels
Es imperativo, por tanto, que se redoblen los esfuerzos a nivel global para abordar esta crisis. La lucha contra la contaminación atmosférica no solo implica la mitigación de sus fuentes, sino también la promoción de tecnologías más limpias y sostenibles, y la concienciación acerca de sus riesgos.
Dentro de la Agenda 2030 se reconoce de manera inequívoca que la reducción de la contaminación atmosférica es una pieza fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esta afirmación trasciende las fronteras, abarcando la esencia misma de la sostenibilidad: garantizar que las generaciones presentes y futuras puedan disfrutar de un ambiente saludable y equilibrado, mientras se promueve el desarrollo social y económico.
El Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul es un llamada a la acción para que gobiernos, empresas y ciudadanía nos concienciemos y actuemos adecuadamente para garantizar su calidad. Esto incluye la adopción de políticas que promuevan fuentes de energía limpias y sostenibles, la inversión en transporte público eficiente y la reducción de emisiones industriales. El aire que respiramos es un recurso vital que debemos proteger. A través de la cooperación global y el compromiso individual debemos trabajar para preservar la calidad y construir un futuro más saludable. Cada acción cuenta en la lucha por un planeta más limpio y sostenible.
Día Internacional del Aire Limpio y el Cielo Azul. © Chait Goli by Pexels
Amnistía Internacional y el cambio climático
Ante el cambio climático, la mayor amenaza intergeneracional de la historia para los derechos humanos, Amnistía Internacional reclama al gobierno de España que se marque como objetivo la reducción del 55% de emisiones de efecto invernadero de cara a 2030 (frente al 23% actual y al 32% establecido en el borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima); le pide que elimine todas las subvenciones a los combustibles fósiles y que plantee medidas que protejan la salud de los colectivos más vulnerables a las olas de calor.
Por último la entidad pide que, frente a los problemas de salud provocados por el cambio climático y la contaminación, se aumente la inversión en el sistema nacional de salud para que el 25% del gasto sanitario total se dedique a la Atención Primaria, que son los centros que tratan el 70% de las necesidades de salud de la población.
Amnistía Internacional forma parte de una coalición de la sociedad civil y los pueblos indígenas, que ha ganado el prestigioso Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por su exitosa campaña para que se reconozca universalmente el derecho de todas las personas a un medioambiente limpio, saludable y sostenible.
