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Nasrin Sotoudeh, símbolo de la lucha también contra el coronavirus

Nasrin Sotoudeh. @ Private

Blog

Nasrin Sotoudeh, un ejemplo de vida y resistencia también durante la pandemia de COVID-19

Por Yolanda Vega (@YolandaVegaF), responsable del área de Países en Amnistía Internacional,

Que Nasrin Sotoudeh es una mujer valiente ya lo sabíamos. Lo que es difícil de imaginar es el umbral de resistencia y de compromiso que algunas personas pueden llegar a alcanzar.

Lo digo ahora, en plena crisis de la pandemia y entrando ya en la quinta semana de confinamiento, cuando la casa se nos empieza a caer encima. Quizás en estas circunstancias podamos entender un poco mejor lo que debe ser estar en prisión sin haber cometido delito alguno. Mucho más en cárceles hacinadas, donde la higiene y el acceso a tratamientos médicos brillan por su ausencia y donde la violencia está a la orden del día. Sin ir más lejos, en las últimas semanas alrededor de 36 reclusos han muerto en Irándurante la represión de las protestas de miles de presos que reclamaban más seguridad frente a la COVID-19.

Pues bien, en medio de todo esto, Nasrin y otras compañeras y compañeros han emprendido huelgas de hambre pensando en las personas que están presas por haber defendido derechos fundamentales y que ahora corren un riesgo extra frente al coronavirus. Sobra decir que poniendo su vida en peligro.

La pandemia ha golpeado fuertemente a Irán y las autoridades iraníes decidieron liberar a un número elevado de personas presas, se habla de unas 80.000, pero, salvo contadas excepciones, precisamente no a defensores y defensoras de derechos humanos, activistas, abogados, blogueros, sindicalistas....

Esta frase que le dijo a su marido deja patente no sólo el compromiso sino también el crudo realismo de Nasrin: "Si tenemos que morir, que sea cerca de nuestras familias".

Sinceramente, en el momento de escribir este post desconozco si Nasrin continúa con su huelga de hambre o la ha interrumpido. Saber lo que pasa allí dentro es muy difícil y para las familias comunicarse con una organización como Amnistía Internacional es arriesgado. Pero siga o no siga con la protesta, el ejemplo de resistencia está ahí.

Su historia nos inspira y genera ideas constructivas de activismo. Como la del grupo de Amnistía Internacional en Zaragoza, que desde su encierro ha conseguido hacer este vídeo para Nasrin y otro para la también defensora de derechos humanos iraní Atena Daemi, que cumplió años el 27 de marzo.

Yasaman Aryani

Yasaman Aryani ha sido condenada a más de 9 años de cárcel por repartir flores a otras mujeres y promover el abandono del velo. Recogemos firmas para pedir su puesta en libertad. © Private

Nasrin, Atena, Narges Mohammadi, Yasaman Aryani, Monireh Arabshahi.... tantos y tantos otros casos de mujeres y hombres presos de conciencia que siguen en las cárceles iraníes.

Miles de personas en detención preventiva tras participar en manifestaciones pacíficas en noviembre de 2019 y enero de 2020.

Permitidme un recuerdo especial para Arash Sadeghi, condenado a 19 años de cárcel por difundir información sobre violaciones de derechos humanos a organizaciones como Amnistía Internacional. La salud de Arash Sadeghi se ha deteriorado tanto en la cárcel que desarrolló un cáncer de huesos para el que no está recibiendo un tratamiento adecuado. Al contrario, según las últimas noticias que tenemos de él, se encontraría en la prisión de Shahr e-Rey, antigua granja avícola conocida por sus niveles de violencia y sus condiciones de insalubridad. ¿Qué habrá sido de él?

No nos cansaremos de repetirlo: las autoridades iraníes deben poner en libertad inmediata e incondicional a todos los presos y presas de conciencia. Y con el riesgo que representa el coronavirus en las cárceles, !deben hacerlo, YA!

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