Desde el 1 de octubre, la administración Trump ha comenzado a negar visas a las parejas del mismo sexo de diplomáticos y trabajadores de la ONU que no estén casados, de acuerdo con la revista Foreign Policy.
Las parejas del mismo sexo que ya están dentro de los Estados Unidos deberán casarse antes de que finalice el año o abandonar el país.
Aquellos que aún no están en Estados Unidos deberán demostrar que están casados para obtener una visa, lo que podría obligar a aquellos que viven en países sin matrimonio igualitario a elegir entre un puesto en la sede de la ONU o la separación familiar. Solo el 12% de los Estados miembros de la ONU permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que esta decisión les expondría a un proceso judicial en caso de regresar a un país que criminaliza la homosexualidad o este tipo de matrimonios.
Samantha Power, ex embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, denunció la nueva política en Twitter como "innecesariamente cruel e intolerante". >
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