Este 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia, pedimos la participación de niñas, niños y adolescentes. Les invitamos a jugar e imaginarse en el papel de defensoras y defensores de los derechos humanos o en el de investigadores e investigadoras para conocer, escribir y denunciar las violaciones de derechos humanos.
Les mostramos imágenes de Malala Yousafzai, defensora del derecho a la educación, y Greta Thunberg, defensora de la Tierra frente al cambio climático, hablando en la Asamblea de las Naciones Unidas. También les enseñamos una foto de Donatella Rovera, investigadora de Amnistía Internacional desempeñando su arriesgado trabajo de denuncia en zonas de conflicto.
Les preguntamos sobre el reconocimiento del derecho a la educación, el derecho a salud y la pandemia de COVID-19, su opinión sobre la igualdad, sobre las personas refugiadas y también sobre el cambio climático.
Iria, metida en su papel de investigadora, pregunta a Leo sobre el derechos a la educación. © Patricia Sánchez
Y esto fue lo que nos contaron.
Primero, sobre el derecho a la educación.
"Quiero ser investigador para que todos los niños y niñas puedan ir al colegio. Para los niños que vivan muy lejos del cole, hay que escribir (sobre) autobuses", explicó Mateo de cuatro años.
Iria, de siete años, nos dijo: "Hay que hacer más colegios cerca (de las poblaciones)".
Marta, de 15 años, hizo una reflexión: "Pienso que el futuro de la Tierra depende de los niños y niñas de la actualidad. De ahí la importancia de que tengan derecho a (ir) a la escuela". Mientras que Raquel, de 17 años, pidió: "apoyar más a la educación… invertir más en el sistema educativo, que haya mejores ambientes (relacionales) en las escuelas. También (se deben) poner más escuelas en zonas donde cueste mucho poder acceder a un colegio porque hay niños que viven en países en los que ir a la escuela es imposible".
Del derecho a la salud y en relación a la pandemia, Mateo nos dijo que con su labor de investigador contribuirá a "que todos los niños y niñas tengan toda el agua que necesiten para lavarse las manos y que no haya coronavirus".
Iria añadió. "Y que los médicos vayan a las casas de las personas que no pueden ir al médico".
Marta pidió "que en todos esos lugares donde haya niños, niñas, jóvenes y todo tipo de personas, que no tengan recursos, se les proporcione todos los medios necesarios para que puedan tener una atención médica gratuita". A lo que Raquel añadió: "Se debe invertir más en sanidad…además de ofrecer una sanidad pública para todos y todas".
El grupo estaba de acuerdo sobre la necesidad de un sistema de salud universal, pero Adrián de nueve años, fue más allá. "…como yo estoy estudiando los minerales y los yacimientos… se me ha ocurrido… que la gente sin dinero haga yacimientos en sitios sin vegetación ni árboles, y que con esos minerales puedan construir hospitales, casas y de más. Aunque este trabajo es de adultos no de los niños...".
El pequeño Mateo, de cuatro años, cogió su lupa. No iba a dejar escapar ni una violación de derechos humanos. © Eva Mayor
En relación a la población refugiada, Iria nos contó. "Todo el mundo tiene derecho a vivir donde pueda y (a) ser acogido sin ningún problema".
Marta estaba de acuerdo y pidió a los gobiernos "que les dieran las ayudas necesarias para que pudieran comenzar una nueva vida. Pero también obligaría a sus gobiernos de origen a que hicieran todo lo necesario para que su gente no tuviera que irse de sus hogares".
Raquel asintió. "Creo que se debería acoger a todas las personas refugiadas que vienen de unas situaciones bastante malas, de unos países que están en guerra y deberían darles una oportunidad, un hogar en el que puedan sentirse cómodos… donde puedan estar a salvo".
Los valores de diversidad y el derecho a la igualdad son más difíciles de entender por las y los más pequeños, por lo que fue Iria la primera en opinar. Ella lo tenía claro. "Se debe escuchar y respetar, entendiendo a todas las personas. Somos diferentes".
Para Raquel aprender estos valores "es básicamente un cambio de educación, por lo que impartir en la escuela valores de igualdad es muy importante". Marta fue a más y añadióque también "se puede (y se debe) inculcar desde la infancia el respeto y la tolerancia".
Alba se asombró con los problemas del cambio climático, pero estaba dispuesta a buscar soluciones. © Eva Mayor
El tema que despertó el interés de Alba, de nueve años, fue el cambio climático. Muy concienciada con él dijo: "Soy investigadora para saber qué se puede hacer en el planeta. Para que no esté contaminado necesitamos usar más energía renovable y no tanto petróleo, plástico, uranio (que contaminan mucho). Otra cosa que podemos hacer es ahorrar el consumo de agua: no bañarnos (ducharnos), no poner el lavavajillas hasta que esté completo… No talar árboles. Mejor que los planten y así tendremos más oxígeno. No tirar la basura al campo, tirar donde corresponda, reciclar para reutilizar los materiales. No tirar mascarillas al mar para que los animales no se enganchen las patas. No tirar basura tampoco para evitar que las tortugas y otros animales se piensen que es comida y se mueran".
Iria opinaba exactamente igual. "Cuidar el medio ambiente, reducir basura, reutilizar y reciclar, las Tres Erres".
Marta además pidió "más vigilancia a las grandes industrias, utilizar más el transporte público…". Y Raquel "comprar productos mas ecofrienly y dar mucho menos dinero a las industrias cárnicas que contaminan un montón o a las industrias de comida rápida".
Y así terminó el gran debate sobre algunos de los problemas que afectan a la población vistos a través de los ojos de unos niños y niñas metidos en su papel de activistas. En el Día Mundial de la Infancia, gracias a Mateo, a Alba y a Eva Mayor, a Iria, a Leo y a Patricia Sánchez, a Adrián y Ana R. Castillo, a Marta y a Raquel por compartir sus opiniones y querer hacer de este mundo un lugar mejor.
¡Gracias!
