Las palabras no son delito.
“¿Creen que ahora el gobierno chino lo dejará libre?”. En el frío punzante de una noche de diciembre en Oslo, se hacía una y otra vez la misma pregunta. Yo acababa de asistir a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz 2010 a Liu Xiaobo, el defensor de los derechos humanos y crítico literario encarcelado que no dejaba de incordiar al gobierno chino.
las palabras no son delito.Liu Xia
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Liu Xiaobo dio muestra de una firme determinación de decir la verdad al poder,
por el mero hecho de publicar ideas políticas distintas y formar parte de un movimiento democrático pacífico, un profesor perdió su derecho a enseñar, un escritor perdió su derecho a publicar y un intelectual popular perdió la oportunidad de dar charlas públicas”.
continuó escribiendo artículos y ensayos, a menudo de tono mordaz y provocador, sumamente críticos con el sistema político de China
“Carta 08”se pedía el cambio político en China.“Fue después de su traslado a un hospital, con cáncer de hígado muy avanzado, cuando el gobierno mostró realmente su actitud cruel y revanchista, acelerando en la práctica su muerte al negarle el deseo de recibir tratamiento en el extranjero”Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional
Acto de Amnistía Internacional pidiendo la liberación de Liu Xiaobo. © © Change.org
“a menos que el mundo se movilice para que las autoridades chinas pongan fin a la persecución de que es objeto su esposa y le permitan viajar libremente, es probable que Liu Xia pase el resto de su vida bajo arresto domiciliario en casi completo aislamiento.”
Salil Shetty, Secretary General of Amnesty International