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Manifestación contra el cambio climático. Los niños y las niñas son los grandes afectados en esta crisis

Estudiantes de Bangkok hacen huelga y se manifiestan en apoyo del movimiento Fridays for Future. © Biel Calderon

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La infancia, la gran afectada por el cambio climático

Por Maite Plaza, miembro del Equipo de Infancia de Amnistía Internacional España,

Las niñas y los niños tienen toda una vida por delante, de modo que las privaciones derivadas del clima y de la degradación ambiental a una edad temprana pueden tener consecuencias negativas en sus vidas debido a los efectos sobre su salud, sus condiciones de vida y la consiguiente pérdida de oportunidades.

El Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas publicó el 28 de agosto la Observación General nº 26 (OG 26) sobre los derechos del niño y el medioambiente, con especial atención al cambio climático. El documento ratifica que las niñas y los niños tienen derecho a vivir en un medioambiente limpio, sano y sostenible, de acuerdo con lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño, donde se establecen sus derechos universales a la vida, la supervivencia y el desarrollo, al más alto nivel posible de salud, a un nivel de vida adecuado y a la educación.

¿Qué es la Observación General nº 26 (OG 26)?

Este documento afirma expresamente que la emergencia climática, el deterioro de la biodiversidad y la contaminación generalizada son una grave amenaza para los derechos de la infancia, y propone medidas para proteger la vida y las posibilidades futuras de las niñas y de los niños.

Para su elaboración se ha consultado a los Estados miembro, organizaciones internacionales y regionales, instituciones nacionales de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil -incluida Amnistía Internacional- y los propios niños y niñas.

Lo más destacable es que se ha contado con la participación de más de 16.000 niños y niñas de 121 países, que reclamaron su derecho a vivir en un medioambiente sano. Casi todas las niñas y niños consultados (el 88%) afirmaron que el cambio climático y los daños ambientales amenazan a las generaciones futuras, y el 63% cree que las niñas y los niños se ven más afectados que las personas adultas.

Un médico atiende a una niña con desnutrición afectada por el empeoramiento de la sequía en Turkana, Kenia, 26 de septiembre de 2022. © REUTERS/Thomas Mukoya

¿Por qué el cambio climático es una amenaza singular para la infancia?

Por razones físicas y fisiológicas, los niños y las niñas son menos capaces de soportar y sobrevivir a condiciones climáticas extremas como inundaciones, sequías, tormentas y olas de calor. También corren un mayor riesgo de contraer enfermedades acentuadas por el cambio climático, como el cólera, la malaria, el dengue y el zika. Se estima que el 88% del incremento de estas enfermedades será soportado por niños menores de cinco años: en 2021, cinco millones de niños y niñas fallecieron antes de cumplir los cinco años.

En definitiva, el cambio climático amenaza directamente la capacidad de un niño o de una niña para sobrevivir, crecer y prosperar.

¿Qué población infantil es la más afectada por el cambio climático?

Las niñas, niños y adolescentes de los países que menos contribuyen al cambio climático están sufriendo las mayores consecuencias, soportando las inundaciones, sequías, tormentas y calor más peligrosos. Según datos de Unicef, en la actualidad se calcula que 850 millones de niños (1 de cada 3 en el mundo) viven en áreas donde al menos cuatro de esos impactos climáticos y ambientales se superponen.

Los grupos que encuentran mayores obstáculos para enfrentar los problemas medioambientales son: las niñas y los niños indígenas, de grupos minoritarios, de comunidades rurales, quienes viven o trabajan en entornos peligrosos, contaminados, propensos a los desastres y/o vulnerables al clima, quienes viven en la pobreza, en situación de calle, en grupos nómadas, en situaciones de conflicto o desastre humanitario, refugiados, migrantes y desplazados internos, y con discapacidades.

“Bueno, en primer lugar me gustaría pedirle a las personas adultas y al Gobierno que vayan a las áreas rurales y vean qué está pasando. Las personas enferman y algunas mueren debido al cambio climático, que en su mayoría es causado por la contaminación, por ejemplo, la contaminación del agua y la contaminación del aire”

Niño, 16 años, Sudáfrica

Un niño come una comida en el programa de alimentación Avotse que beneficia a niños desnutridos con comidas calientes en el pueblo de Maropia Nord en la región de Anosy, al sur de Madagascar. © REUTERS/Joel Kouam 

¿En qué medida está afectando el cambio climático a la infancia?

Unicef, en su informe de 2021 La crisis climática es una crisis de los derechos de la infancia afirma que prácticamente todos los niños y niñas en el mundo están expuestos a por lo menos uno de los riesgos, perturbaciones o tensiones climáticos y ambientales. Cada año, 1,7 millones de menores de cinco años pierden la vida debido a daños medioambientales evitables.

¿Qué efectos puede tener el cambio climático en la vida de niñas y niños?

La degradación ambiental tiene impactos directos en la salud, en el acceso al agua y los alimentos debido a las sequías, inundaciones y aumento de temperatura y, también, en la seguridad de las niñas y los niños debido a los desastres naturales. Es decir, supone una amenaza directa a su derecho a la vida. Mucho más cuando interactúa con otras problemáticas como la pobreza, la desigualdad y los conflictos armados.

La exposición a sustancias tóxicas, la contaminación en los lugares donde niñas y niños viven, estudian, juegan y trabajan, y los efectos perjudiciales para la salud física y mental relacionados con el cambio climático ponen en peligro el desarrollo integral de las niñas y de los niños, entre otras cosas, por contraer enfermedades que pueden prolongarse en el tiempo.

Pero, además, el cambio climático puede tener efectos indirectos que muchas veces dependen de las estrategias que los gobiernos y las familias adopten como respuesta a los impactos directos. Por ejemplo, el derecho a la educación es muy vulnerable al impacto de los daños ambientales, al producirse cierres e interrupciones de las escuelas, abandono de estas y destrucción de escuelas y lugares de juego. Más niñas que niños dejan la escuela en estos periodos y más niños que niñas vuelven a ella una vez pasado el desastre.

Los efectos del cambio climático agravan las desigualdades de género ya existentes. Las niñas tienen más probabilidades de no ir a la escuela para quedarse a trabajar en casa y, en casos extremos, contraer matrimonio forzado o dedicarse a la prostitución.

Manifestación contra el cambio climático. © Markus Spiske by Pexels

¿Qué hay que hacer para evitar los efectos del cambio climático en niñas y niños?

La Observación General nº 26 reclama a los 196 Estados que han ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño que tomen medidas urgentes para hacer frente a la crisis medioambiental: eliminación progresiva del carbón, el petróleo y el gas natural y el cambio a fuentes de energía renovables, mejorar la calidad del aire y garantizar el acceso a agua limpia, transformar la agricultura y la pesca industriales para producir alimentos sanos y sostenibles, y proteger la biodiversidad.

Además, el documento recuerda que las opiniones de los niños y de las niñas deben tenerse en cuenta en la toma de decisiones sobre el medioambiente y subraya el papel fundamental de la educación medioambiental en su preparación para actuar, defenderse y protegerse de los daños medioambientales.

Para ello, niñas y niños deben tener acceso a una información y una educación ambiental adecuadas, que les proporcione las habilidades necesarias para enfrentarse a los retos ambientales y para que puedan contribuir positivamente a sus familias, comunidades y países en la medida de sus capacidades.

“A los niños y niñas hay que escucharnos y hay que enseñarnos a cuidar y proteger el medio ambiente y para eso hay que ver a los adultos haciendo lo que quieren que aprendamos porque se aprende viendo. Si solo vemos lo malo, eso es lo que vamos a hacer y nosotros somos el futuro y el futuro solo existirá con un pasado y un presente pero así como estamos destruyendo nuestro medio ambiente creo que no tendremos futuro…”

Chica, 12 años. Burundi

Niñas, niños y adolescentes identifican que los problemas medioambientales son altamente importantes en sus vidas. De hecho, ya están actuando, de forma individual o colectiva, para reclamar justicia climática. Por tanto, es también necesario que se les facilite entornos seguros de reunión y de expresión de sus ideas, así como su participación en espacios en la toma de decisiones.

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