Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

María Guadalupe Fernández junto a la foto de hijo desaparecido en México. © Private

Blog

La búsqueda de los “fantasmas” de México: “Lo peor es no saber qué ocurrió”

El dormitorio está impecable, intacto, como si los relojes se hubieran detenido una tarde de enero de 2009. Los estantes inmaculados albergan una colección de DVD y CD de grupos musicales famosos en otros tiempos. Fotografías de la graduación e instantáneas de vacaciones de un joven siguen decorando la pared principal.




“Hace seis años y tres meses”,



José Antonio Robledo Fernández, secuestrado por un grupo de hombres armados





“Danos las llaves y entra”,



“Sólo puse ropa para un par de días. Nunca imaginé que iba a demorar más encontrarlo”


“Tiempo y dinero”

Lo peor es no saber qué le sucedió. Nunca me olvidaré de él, pero las cosas serían diferentes si al menos tuviera un lugar donde presentarle mis respetos. Como madre de alguien que ha desaparecido, no vivo, sólo sobrevivo.


cuestión de tiempo y dinero”.





“Nos dijeron que regresáramos a casa y esperásemos noticias allí. Las autoridades locales [de Monclova] dijeron que probablemente habían elegido a José Antonio porque las placas de matrícula de su auto eran de Ciudad de México, lo que le hacía sospechoso para la población local”.





“Nos dijeron que no habláramos con nadie. Nunca imaginamos que tendríamos que enfrentarnos a gente de la delincuencia organizada”,

María Guadalupe Fernández Martínez, madre de José Antonio Robledo Fernández, desaparecido en México.

Búsqueda de justicia











“Todas las esperanzas de encontrar a mi hijo se desvanecieron rápidamente, y entonces decidí hacer algo. Seguimos sin saber qué le ocurrió a mi hijo”






“Decirnos esto fue una forma de tortura porque siempre se tiene esperanza. Esperaba encontrar a José Antonio en una unidad psiquiátrica, o descubrir que se lo habían llevado como esclavo a trabajar en una fábrica. Algunas familias han podido encontrar a sus seres queridos, no hay pruebas que indiquen que lo mataron, y no confío en la búsqueda oficial, así que no vamos a dejar de buscar”


“Lo peor es no saber qué le sucedió. Nunca me olvidaré de él, pero las cosas serían diferentes si al menos tuviera un lugar donde presentarle mis respetos. Como madre de alguien que ha desaparecido, no vivo, sólo sobrevivo”.

El cantante Sting junto a familiares de personas desaparecidas en México, incluida María Guadalupe, que es la segunda por la izquierda. © AI

El resto de personas desaparecidas







“Cada vez que me enteraba de que se llevaba a cabo una nueva búsqueda, tenía la esperanza de que encontraran a José Antonio. Esto no es vivir. Lo único que hago es buscarlo, no tengo ya vida”,


“Las personas que han perdido a un ser querido están tan desesperadas que han iniciado búsquedas por su cuenta”.




“Te sientes muy aislado pues muchas personas dejan de hablarte porque piensan que las desapariciones son contagiosas. Pero también hay buena gente que está dispuesta a ayudar”.

“No supimos lo que estaba ocurriendo en México hasta que nos ocurrió a nosotros. Nunca supe que la situación aquí era tan peligrosa. Sólo me enteré de que la gente desaparecía cuando le ocurrió a [mi hijo]”.

“No abandonaremos nunca. Siempre buscaremos a mi hijo, siempre lucharemos por la justicia y para que esto no vuelva a ocurrir”.

“Las desapariciones en México tienen proporciones trágicas. Ante una crisis de derechos humanos tan grave, ha llegado la hora de que las autoridades intensifiquen sus esfuerzos para encontrar a las personas desaparecidas, poner en marcha investigaciones urgentes sobre todos los casos y llevar a los responsables ante la justicia”,


Este artículo se publicó originalmente en International Business Times.

Contigo somos independientes

Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.

Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.

Haz posible nuestra independencia.