Buena parte de la población siria sigue sufriendo tras casi siete años de sangrienta guerra civil que ha provocado ya entre 350.000 y 450.000 muertes, 5,5 millones de personas refugiadas y 6,3 millones de desplazadas internas.
Guta Oriental próxima a Damasco, se encuentran en situación crítica.prohibidas bombas de racimoatención sanitaria en Guta se encuentra bajo mínimos,A la falta de agua y luz se suma la de alimentos básicos,necesitamos combustible, anestésicos, oxígeno, antibióticos"quienes más sufrensus familias no pueden permitirse comprarles comida, terminan comiendo cebada, que es asequible, una vez al día"."Todos los niños y niñas que me llegan son esqueletos: huesos y piel. Vi a un bebé de 10 meses que pesaba 800 gramos. Todos, sin excepción, están por debajo de su peso”."Cuando nos llegaban casos de insuficiencia renal, no podíamos hacer nada, porque no teníamos máquinas de diálisis. Así que veíamos a los pacientes morir delante de nuestros ojos sin poder ofrecerles nada”.“Todos los niños y niñas que me llegan son esqueletos: huesos y piel. Vi a un bebé de 10 meses que pesaba 800 gramos. Todos, sin excepción, están por debajo de su peso.”
Hoda, médico de un hospital de campo
Decenas de personas sirias esperan la llegada de un convoy de ayuda el 11 de enero de 2016 en la ciudad sitiada de Madaya como parte de un histórico acuerdo alcanzado para poner fin a las hostilidades en esa zona a cambio de asistencia humanitaria. © STRINGER/AFP/Getty Images
"Morir para poder comer en el cielo"
Nos marchamos o morimos”: Desplazamiento forzado por los acuerdos de ‘reconciliación’ en Siria.formaba parte de un ataque sistemático y generalizado contra civiles, que constituye crímenes de lesa humanidad”Darayano sabíamos que podías comer hierba".era comestible"agregarle diferentes ingredientes", aunque "al final solo era hierba". limpiar el arroz de excrementos de ratas"nos lo comíamos"fatiga física era tal, que era común ver a gente desmayarse en la calle"estaba irreconocible" Era como un cadáver con los ojos abiertos".dijo que deseaba morir como su padre para finalmente poder comer en el cielo".“La fatiga física era tal, que era común ver a gente desmayarse en la calle. (...) Otro muchacho dijo que deseaba morir como su padre para finalmente poder comer en el cielo.”Testimonio de un antiguo residente en Daraya
Saqueos militares, cultivos quemados
Un miembro de las fuerzas progubernamentales sirias se encuentra a la entrada de la ciudad siria de Madaya, controlada por los rebeldes, mientras los residentes esperan un convoy de ayuda de la Media Luna Roja Árabe Siria el 14 de enero de 2016. © AFP/Getty Images