Solo en una semana (del 29 de julio al 4 de agosto) Estados Unidos ha sufrido tres tiroteos masivos. De promedio en este país, 106 personas son asesinadas con armas de fuego todos los días, y 38.658 murieron por armas de fuego solo en 2016. Se trata de una crisis de derechos humanos en toda regla que no parece querer ni poder abordarse.
Pensamos que el primer paso para evitar que las armas caigan en manos peligrosas es tomar medidas preventivas de sentido común como la verificación exhaustiva de antecedentes de las personas que quieran comprar armas. Está comprobado que funciona: los estados con estas leyes tienen un tráfico de armas significativamente menor:
- 47% menos de mujeres asesinadas en violencia relacionada con armas de fuego por parte de un compañero íntimo,
- sustancialmente menos suicidios con armas de fuego y
- 53% menos de policías asesinados. Esto no va a evitar las muertes por armas en EEUU, pero las pueden reducir.