Me pregunto cómo será hoy el rostro de Raif Badawi, tras cinco años de prisión –la mitad de su pena–, 50 latigazos de los mil a los que ha sido condenado, una huelga de hambre y el aislamiento al que está sometido en las prisiones de Arabia Saudí. Qué huellas habrá dejado este tiempo atroz en ese rostro moreno, joven, sonriente.
premio Sajarov a la libertad de expresión del Parlamento Europeo
Pancarta con cientos de firmas pidiendo la libertad para Raif Badawi. ©AI/Henning Schadt
Manifestación de activistas de Amnistía Internacional en Barlín delante de la embajada de Arabia Saudí. © AI/Henning Schadt
“Desgraciadamente, Raif no se encuentra bien. Está bajo de moral y tiene problema de salud. Está perdiendo la esperanza de que le concedan la libertad. Necesitamos trabajar juntos para que recupere la ilusión y el coraje”Ensar Haidar, esposa de Raif Badawi