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© Tom Laffay/Amnistía Internacional

Blog

“El gobierno ve a Nicaragua como su finca y a nosotros como sus animales”

Por Josefina Salomon (@josefinasalomon‏), redactora Amnistía Internacional,

Cuando Francisca Ramírez vio a un grupo de hombres de negocios chinos en las proximidades de su casa en Nueva Guinea, una pequeña población a 400 kilómetros al este de Managua, custodiados por agentes de policía locales y portando instrumentos de medición, supo de inmediato que algo iba terriblemente mal.

Gran Canal Interoceánico de Nicaragua es uno de los proyectos de ingeniería más ambiciosos de la historia.

“¿Qué están haciendo aquí?”

“Esta tierra ya no les pertenece”,




Nicaragua es el país más pobre de América Central: casi el 30% de la población vive con menos de dos dólares al día.




© Amnistía Internacional/Tom Laffay

La ley también prevé una decena de subproyectos relacionados, entre ellos un aeropuerto, dos puertos, un oleoducto, una vía férrea y dos zonas de libre comercio.

abre de hecho la puerta a toda clase de proyectos futuros sin necesidad de pedir su opinión a quienes viven en las zonas afectadas. casi 120.000 personas corren el riesgo de perderlo todo.

El coste medioambiental del proyecto podría ser también devastador,


© Amnistía Internacional/Tom Laffay

“Quitarnos la tierra es como quitarnos la vida”.





“Trabajo la tierra desde que tengo 12 años, no sé hacer otra cosa”

Desde que nos enteramos de la construcción del Canal, la vida se nos ha convertido en algo terrible. Nuestra vida depende de la tierra. Quitarnos la tierra es como quitarnos la vida.

Francisca Ramírez, líder indígena
“Desde que nos enteramos de la construcción del Canal, la vida se nos ha convertido en algo terrible. Nuestra vida depende de la tierra. Quitarnos la tierra es como quitarnos la vida”, “Empezamos primero hablando entre pocos y luego a organizarnos. Comenzamos a salir a las calles a protestar porque no respetan nuestros derechos, no nos consultan. Sólo nos dicen que vamos a ser desalojados”
Comenzamos a salir a las calles a protestar porque no respetan nuestros derechos, no nos consultan. Sólo nos dicen que vamos a ser desalojados
Francisca Ramírez, líder indígena


© AmnistÍa Internacional/Tom Laffay

Francisca también ha sufrido varios ataques.

“Desde el 2013, cuando sacaron la ley, nos han perseguido, atacado, nuestros derechos han sido violados completamente. Es una historia muy triste. Hace cuatro años que pedimos justicia y hace cuatro años que nadie nos escucha”,

“Un proyecto que viola los derechos de las personas y que no tiene en cuenta lo que piensan las personas no puede ser un proyecto de desarrollo. ¿Qué futuro podemos tener si no se preocupan por nuestras vidas? El gobierno está jugando con ellas”.

¿Qué futuro podemos tener si no se preocupan por nuestras vidas? El gobierno está jugando con ELLAS.

Francisca Ramírez, líder indígena
“El gobierno no nos ha ofrecido una alternativa. Hemos hecho de todo para que nos escuchen pero nos niegan todo. Este gobierno es ciego, sordo y mudo, no ven la realidad del pueblo”.

¿Y cómo lo hace?”

“Continúo porque abandonar la lucha es como comenzar a morir”,

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