El sueño de Nur siempre había sido estudiar en Japón. Pero cuando se despidió de sus padres en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang, en China, para ir a estudiar a Tokio, no podía saber que su sueño iba a convertirse en una pesadilla.
“No vengas y no les mandes ningún documento. No vuelvas a contactar con nosotros”.
Valla perimetral alrededor de lo que se conoce como un centro de reeducación en Dabancheng, en la Región Autónoma del Sin-kiang,4 de septiembre de 2018. La policía de Dabancheng detuvo a dos periodistas de Reuters durante más de cuatro horas después de que tomaran las fotografías. © Especial MUSLIMS-CAMPS/CHINA REUTERS/Thomas Peter
Me preocupa lo que podría pasar si entro en la embajada china. Me preocupa que me confisquen el pasaporte sin más”.
![](/fileadmin/user_upload/Mani_contra_campo_reeducacion_China_900.jpg)
Uigures y simpatizantes se concentran ante Naciones Unidas en Nueva York, el 15 de marzo de 2018. Miembros de este grupo étnico realizaron manifestaciones en todo el mundo para protestar contra una campaña de control y vigilancia por parte del gobierno chino. © AP/Seth Wenig
“Quién sabe lo que le pasaría si volviera a China”,Extrañamos a nuestra familia, pero si volvemos correremos peligro. No sabemos qué hacer”.
“Tenemos un visado para vivir en Japón, pero nos preocupa si podremos renovar el pasaporte cuando expire y tenemos miedo de lo que nos pasaría si volvemos a China. Sencillamente no tenemos elección”