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Una mujer camina con los brazos extendidos bajo una bandera LGTBI+ gigante, durante la Marcha del Orgullo en Madrid

Una mujer camina con los brazos extendidos bajo una bandera LGTBI+ gigante, durante la Marcha del Orgullo en Madrid. © Luis Soto/SOPA Images/Shutterstock

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¿Cuándo se penalizó la homosexualidad en España? Hacemos un repaso

Por Gustavo Bonache Córdoba, Equipo de Diversidad Sexual y de Género de Amnistía Internacional España,

En estos días de Orgullo, de reivindicación, de visibilidad y de lucha por los derechos humanos del colectivo LGBTI+ donde cada uno, una o une elige como protestar, gritar, bailar, cantar o lo que considere, conviene recordar que los derechos no se han conseguido sin incidencia política, sin trabajo o sin esfuerzo y que nuestro colectivo ha sido represaliado, torturado y perseguido de forma legal y pública en nuestro país no hace ni 46 años.

Vamos a hacer un poco de historia hablando de La Ley de Vagos y Maleantes (posterior Ley de Peligrosidad social).

La Ley de Vagos y Maleantes

La primera manifestación LGBTI en España

La primera manifestación LGBTI celebrada en España en 1977. © EFE

La Ley de Vagos y Maleantes, de 4 de agosto de 1933, fue una ley del Orden Penal español aprobada por las Cortes de la Segunda República​. Tenía como objetivo regular el tratamiento de vagabundos, personas sin hogar, proxenetas y otros comportamientos considerados antisociales. Posteriormente fue modificada por la dictadura franquista para reprimir también a los homosexuales. La ley fue aprobada por consenso de todos los grupos políticos.

Al ser una ley que no sancionaba delitos sino que intentaba evitar la comisión de los mismos, no incluía penas, sino medidas preventivas como el alejamiento y control de las personas consideradas peligrosas hasta que se valorara que ya eran reinsertables. Su desarrollo reglamentario se desvirtuó tanto que se llegaron a crear centros de retención llamados Reformatorios de Vagos y Maleantes, permitiendo que fuese utilizada para la detención arbitraria de personas sin recursos durante la Segunda República y el franquismo.

La ley fue modificada el 15 de julio de 1954 por el régimen franquista para incluir la represión de las personas homosexuales.

Más de 5.000 personas fueron detenidas por actos o actitudes gais, lésbicas o transexuales durante el franquismo, según el recuento de Antoni Ruiz, presidente de la Asociación de Ex Presos Sociales, aunque este número es solo una aproximación porque como indica el periodista Arturo Arnalte, autor del libro “Redada de violetas”, hubo quienes no llegaron a ser encarcelados, mientras que en otros casos la condena alegaba en vez de homosexualidad, delitos como la prostitución.

También afirma Arnalte algo que no pasó desapercibido para muchas de las víctimas, y es que la persecución no fue sistemática. "Tenía un sesgo de justicia de clase. Los que pagaban eran siempre gente muy modesta, los señoritos casi nunca", e incluso a veces el factor decisivo era el balance de cada comisaría. "Cuando un policía quería hacer méritos detenía a gais pobres".

La Ley de Peligrosidad Social y Rehabilitación Social

Centro Penitenciario La Tefía en Fuerteventura

Colonia agrícola penitenciaria de Tefía en Fuerteventura. © Eduardo Robaina / Rutas de la memoria (La Marea) CC BY-SA 3.0

En 1970, la Ley de Vagos y Maleantes fue sustituida y derogada por la Ley de Peligrosidad Social y Rehabilitación Socialque, aunque era muy similar, incluía penas de hasta cinco años de internamiento en cárceles o manicomios para los homosexuales y añadía el enfoque de “curar la homosexualidad”.

Se crearon dos centros de detención, uno en Badajoz (donde se encerraba a los pasivos) y otro en Huelva (donde se llevaban a los activos), también hubo algunas otras cárceles con zonas reservadas para presos homosexuales. En estos establecimientos se intentaba cambiar la orientación sexual de los presos mediante terapia de aversión, es decir, tras estímulos homosexuales se aplicaban descargas eléctricas, que cesaban cuando se exponían estímulos heterosexuales.. En España también se aplicó la lobotomia para tratar de «curar» a homosexuales.

Cabe recordar que los homosexuales detenidos nunca han sido indemnizados ni reparados por el Estado.

Durante el periodo democrático esta ley no se solió aplicar, y se reformó el 26 de diciembre de 1978 para despenalizar, entre otras conductas, la homosexualidad. La ley continuó vigente hasta su total derogación en el año 1995.

Las mujeres lesbianas también fueron perseguidas. Sin embargo, al considerar el régimen franquista a la mujer como un ser asexuado y casi infantil, no prestó demasiada atención a la realidad lésbica, ya que era una realidad que para el franquismo no existía. Muchas lesbianas decidieron o fueron obligadas a casarse y otras optaron por la soltería, esas llamadas “solteronas” que iban siempre con otras “pobres mujeres” que no se habían podido casar permitió, sobre todo al final de la dictadura, generar algunas relaciones lésbicas siempre enmarcadas en el secretismo y el miedo a ser descubiertas.

La colonia agrícola de Tefia, en Fuerteventura, las cárceles de Huelva y Badajoz, los abusos físicos, el exilio interior, la marginación de miles de personas LGTBI+ desde 1939 hasta 1978 de manera legal y con todo el apoyo de las administraciones y fuerzas de seguridad es una realidad que no debemos ignorar.

Porque fueron, somos y porque somos, serán.

¡Feliz y reivindicativo Orgullo!

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