Cómo llevar los derechos humanos a tu lugar de trabajo

La captación de fondos para el trabajo de derechos humanos es un campo apasionante, una sinfonía de solidaridad que resuena en todas partes. Cada donación se convierte en una nota en la partitura de la justicia social. Cada colaboración, en un capítulo en la narrativa de la dignidad humana. Y las colaboraciones estratégicas, a través de la creación de riqueza, empleo e impacto social, forman parte de esta preciosa melodía.

Foro regional de Europa y Asia Central de Amnistía Internacional celebrado en Berlín. © Paul Lovis Wagner

Me llamo Carmen y tengo una amplia experiencia por haber puesto en marcha este área en diversas organizaciones (MSF, Acción contra el Hambre, FELGTBI). Ahora en Amnistía Internacional, el desafío está siendo enriquecedor por la naturaleza única de la organización. Amnistía Internacional destaca por su independencia económica y de toda ideología política y religión. En muchas ocasiones somos una organización molesta para los gobiernos y también para algunas empresas porque sacamos a relucir las violaciones de derechos humanos sin tapujos, y exigimos que, quienes se saltan las normas, rindan cuentas.

Acuerdos con empresas y/o fundaciones: primeros pasos

Lo primero que aprendí trabajando en la captación de fondos de empresas es que a la hora de establecer acuerdos lo mejor era comenzar por crear un listado de posibles socios corporativos (en función del área de actuación de la organización y su afinidad) y acercarme a aquellos que tenían más probabilidades de responder favorablemente. Cuanto más conectados estaban con mi organización, mayor era la probabilidad de que quisieran apoyarla económicamente. Siempre he considerado esencial preparar un plan de captación de fondos y seguir una estrategia clara a la hora de invertir esfuerzos. Para ello, lo principal es contar con un buen abanico de propuestas, bien diversificadas, pues cada empresa es un mundo y hay que ser flexibles y escuchar mucho.

Las formas de colaborar por parte de las empresas y/o fundaciones: se abre el abanico

Las formas de colaborar por parte de las empresas y/o fundaciones pueden ser de diversa índole: a través de convocatorias, campañas, voluntariado corporativo y un sinfín más de propuestas ad hoc. Las campañas pueden ser internas con empleados/as o externas con clientes de la propia empresa. La gran mayoría de empresas suelen buscar notoriedad en su Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y lógicamente las ventajas fiscales de donar a una ONG. Por eso es fundamental analizar los riesgos y las potencialidades de cada posible alianza corporativa para la reputación y la notoriedad de marca de la organización, y más aún en una organización como Amnistía Internacional, tan ligada a las investigaciones de derechos humanos, lobby, activismo y movilizaciones sociales.

Foro de trabajo con activistas de Amnistía Internacional. © Paul Lovis Wagner

Tipos de colaboración posibles como empresa o fundación

Algunos ejemplos de colaboraciones que se pueden realizar desde empresas o fundaciones privadas, en favor del trabajo que realiza Amnistía Internacional en España son:

• Charlas sobre derechos humanos: Crisis de derechos humanos, antirracismo, liderazgo feminista, etc.
• Redondeo en el ticket de compra: Tenemos una colaboración con una plataforma que conecta empresas y ONG para implementar el redondeo solidario con sus clientes.
• Donaciones por ventas de productos o servicios: Como la venta a empleados/as o clientes del propio merchandising de Amnistía Internacional, como pulseras de arcoiris durante el Orgullo LGTBI+, etc.
• Voluntariado corporativo: Algunas empresas fomentan que sus empleados/as realicen actividades de voluntariado en colaboración con ONG y estas van ligadas a donaciones.
• Marketing con causa: Campañas dirigidas a clientes/consumidores finales. Acciones de marketing a través de las cuales se obtiene un margen 0% de las ventas de productos/servicios de empresas.
• Campañas dirigidas a empleados/as: Acciones dirigidas a los trabajadores de las empresas, en las que no hay repercusión mediática, pero sí interna en las propias corporaciones. Por ejemplo, el redondeo de nómina mensualmente que hace que un pequeño importe vaya a una ONG.
• Acompañar un proyecto: Un trabajador/a presenta a una ONG para que sea votada por el resto de compañeros/as. La ONG finalista recibe una donación por parte de la empresa.
• Teambuilding solidario: Iniciativas solidarias en las que participan trabajadoras y trabajadores para recaudar fondos.
• Regalo solidario para trabajadoras/es: Productos de la tienda de Amnistía Internacional.

Empresas y derechos humanos

Las empresas son un actor clave en nuestra sociedad y constituyen parte del tejido social en el que vivimos. Debemos exigirles el cumplimiento de los derechos fundamentales y, cuando sea viable, solicitar que colaboren, ya sea directamente o a través de sus empleados y empleadas. Por esta razón, hemos creado un espacio de trabajo común que nos permita construir relaciones a largo plazo basadas en la confianza y la transparencia. Toda empresa tiene en sus manos la posibilidad de alcanzar el éxito y también de inspirar el cambio positivo, contribuyendo con su aportación a la creación de un mundo más justo y humano.

Mesa redonda sobre los derechos de la mujer y la pena de muerte en Irán en el Festival de Cine de Berlín 2023. © Amnesty International/ Henning Schacht

Imagina por un momento un mundo donde la dignidad humana prevalece sobre la injusticia, donde cada voz es escuchada y cada vida valorada. Este no es solo un sueño, sino una visión que podemos hacer realidad juntos de la mano, convirtiéndonos en constructores de un legado duradero. En este viaje compartido, las empresas también pueden inspirar a otras a unirse a esta causa.

La actividad y misión de una empresa no solo debe medirse en términos de ganancias, sino en la huella que deja en la sociedad. Quienes se atreven a soñar más allá de las métricas financieras pueden ser parte de la historia que cambia vidas. Una empresa verdaderamente grande no solo genera empleo y riqueza material, sino que también debe respetar los derechos humanos y promoverlos. Su impacto debe reflejarse en las oportunidades que brinda, en el impulso a iniciativas sostenibles, en su participación activa en el respeto y la protección de los derechos humanos, en cómo inspira cambios positivos y cómo contribuye al bienestar colectivo.

Colaborar con Amnistía Internacional, por tanto, no solo es una oportunidad, sino un compromiso con la construcción de un mundo donde la justicia y la igualdad son piedras angulares.