1. A partir de tu experiencia personal, ¿qué es ser una persona intersexual? ¿Cómo percibe la sociedad a las personas intersexuales?
Una persona intersexual o con una condición intersexual es aquella que nace con características corporales en relación a su sexualidad que difieren de las categorías binarias que se utilizan para designar el sexo masculino o femenino. Yo, por ejemplo, soy una persona intersex, pues nací con una vulva y fui sexada como niña, pero pasados los cuatro años me detectaron unos testículos alojados en mis ingles. Descubrieron también que mi cariotipo genético era 46XY, el que suele estar asociado a cuerpos masculinos.
Descubrí que soy una persona intersex a los 28 años, por azar. Nadie del ámbito médico ni de mi familia me lo había transmitido. Existía una consigna médica de ocultamiento (“que no se entere de su condición, ni siquiera ella misma”), pensando que así me estaban protegiendo de la exclusión o el señalamiento. Al final lo supe por el contenido de un volante en el que figuraba mi diagnóstico: Síndrome de Morris o Insensibilidad a los andrógenos.
“Descubrí que era una persona intersex a los 28 años, por azar. Nadie del ámbito médico ni de mi familia me lo había contado.”
Pienso que actualmente muchas personas desconocen nuestra realidad y piensan que somos una excepción, una alteración de la norma. Hay gente que incluso nos califica de una aberración, una anormalidad de la naturaleza. Sin embargo, ocupamos en prevalencia casi un 2% de la población; por lo tanto, somos más habituales de lo que se cree. Lo que ocurre es que nadie se entera de que existimos porque no lo contamos.

Camino Baró, símbolo del activismo intersex que gana visibilidad en el espacio público. © Camino Baró
2. ¿Qué trabas o dificultades puede encontrar hoy en día una persona intersexual en ámbitos como el legislativo o el sanitario?
La principal dificultad que puede encontrar una persona intersex en el ámbito sanitario es que no respeten su cuerpo y lo modifiquen sin su consentimiento. A día de hoy, aún se siguen realizando intervenciones quirúrgicas, hormonales, etc., a menores en edades muy tempranas, cuando son solo bebés, por un fin cosmético (estético) de intentar feminizar o masculinizar el cuerpo con el que ha nacido la criatura, no porque clínicamente lo requiera.
A nivel administrativo, una traba puede ser la asignación de su sexo en el Registro Civil. Es un tema complejo: si nos basamos en los genitales, marcaríamos sexo femenino, pero si nos basamos en el cariotipo genético, le pondríamos masculino… Desde las asociaciones intersex proponemos facilitar los trámites burocráticos de criaturas intersex en este tipo de gestiones e incluso asignaciones provisionales (existen algunas condiciones intersex que son visibles en la adolescencia).
“A día de hoy, aún se siguen realizando cirugías a bebés intersex para feminizar o masculinizar sus cuerpos, sin ninguna urgencia médica y sin su consentimiento.”
Dentro del centro sanitario también nos enfrentamos a la ausencia de unidades especializadas en temática intersex, lo que nos obliga a realizar un peregrinaje por diferentes especialidades: pediatría, endocrinología, ginecología, urología, cirugía, etc., hasta que alguien con determinada formación en el tema nos atienda correctamente. Yo, como persona adulta, he pasado por áreas de esterilidad dentro de ginecología y ahora me encuentro en el área de menopausia y llevo ahí desde los 35 años, pero siendo menor pasé por endocrinología y ginecología, ¡hasta por urología!
Con respecto a las principales reivindicaciones que hacemos desde el activismo intersex, exigimos que los gobiernos y las comunidades autónomas condenen firmemente los tratamientos e intervenciones del sexo a personas intersex. Deben proporcionar asesoramiento y apoyo psicosocial, tanto a las familias como a las personas menores intersex, para que cuenten con la mayor información posible para la toma de decisiones. Se debe mejorar el acceso de las personas intersexuales a sus historiales médicos. Hemos de dejar de considerar las intersexualidades como una patología, porque solo en condiciones muy concretas se requiere un seguimiento médico específico. La mayoría de las condiciones intersex no implican ninguna dificultad a nivel clínico.
“Las personas intersex nos vemos obligadas a recorrer consultas de pediatría, endocrinología, ginecología, urología, cirugía, etc., hasta que alguien con determinada formación en el tema sabe atendernos.”
Los gobiernos también han de flexibilizar la inscripción de los nacimientos de personas intersexuales en el Registro Civil. También tienen que hacer una campaña de sensibilización pública desde una perspectiva sociológica y de derechos humanos y no desde una perspectiva médica, y, por supuesto, promover una educación sexual inclusiva desde la primera infancia en la que se contemplen modelos de cuerpos intersex. Si una personita crece pensando que su cuerpo se ha de parecer a los cuerpos que ve en los libros de texto (binarios), muy probablemente desarrolle un autoconcepto negativo de sí misma.

Camino Baró durante un acto institucional sobre derechos de las personas intersex, donde intervino como activista para reclamar visibilidad, respeto y mejoras. © Camino Baró
3. ¿Qué labor desarrollas como activista intersex?
Mi labor se centra fundamentalmente en dar visibilidad a nuestra condición, dado que es una condición muy invisibilizada en la sociedad. Lo hago a través de vídeos, colaboraciones en pódcasts, entrevistas, publicaciones, etc. Como secretaria de la Asociación Kaleidos, organización intersex por la diversidad corporal, actúo como mediadora para participar en eventos en la Administración e intento colaborar en la redacción de textos legales. También ofrezco apoyo a aquellas personas que acaban de descubrir su diagnóstico, personas adultas, familias. Me entrevisto y quedo con ellas para darles soporte y hacer apoyo mutuo.
4. ¿Qué papel juega la identidad de género en las personas intersexuales?
La identidad de género juega un papel importante. Aunque siempre aclaro que las intersexualidades tienen que ver con un tema de diversidad corporal, no de identidad (no existe una identidad mujer/hombre/intersex), es cierto que la asignación de uno de los dos géneros puede ser problemática tanto en el nacimiento como en el desarrollo de la criatura.
La familia, junto a las personas del ámbito sanitario que acompañen en esos momentos, juega un papel decisivo. Se ha de tomar una decisión para elegir el nombre de la criatura, elegir también qué tipo de crianza desarrollar para que sea coherente con el sexo asignado, llevar a cabo su registro. Todo esto supone una situación bastante estresante para la familia. Por ello, desde los activismos intersex hacemos mucho hincapié en derivar a las familias a centros de referencia (organizaciones intersex), para que personas que han vivido lo mismo les puedan orientar y facilitar más recursos en esa coyuntura de tanta vulnerabilidad e indecisión.
“Desde que nacemos, otras personas deciden nuestro nombre, nuestro género y hasta cómo debe ser nuestro cuerpo.”
Existen personas intersex que se identifican con el sexo asignado al nacer. De hecho, muchas lo hacemos. Pero también hay personas que no (personas trans y personas no binarias intersex).
5. ¿Qué trascendencia tiene la educación para poder visibilizar vuestra realidad y concienciar a la sociedad sobre la necesidad en la igualdad de derechos?
Una educación sexual inclusiva con los cuerpos intersex nos ayudaría a visibilizar nuestra realidad y a que las personas intersex que están creciendo, que se están desarrollando, puedan proyectarse en una imagen positiva de sí mismas hacia el futuro. “No podemos ser lo que no podemos ver”, dice Marian Wright Edelman.
Por tanto, necesitamos que desde la educación se fomente y se aporten referentes de personas intersex, de cuerpos intersex, para facilitar un imaginario colectivo que valide nuestra realidad, que nos dé permiso para existir.

Camino Baró, activista intersex y secretaria de la Asociación Kaleidos. © Camino Baró
6. ¿Qué violaciones de derechos humanos sufren las personas intersex?
La principal violación de los derechos humanos está relacionada con el derecho a la autodeterminación corporal dado que se nos interviene, muchas veces siendo menores de edad. Se nos practican clitoridectomías (reducción o reconstrucción del clítoris), gonadectomías (extracción de testículos o de ovarios) con meses de edad. Se nos somete a tratamientos hormonales iatrogénicos, a exhibiciones frente a numerosas personas estudiantes de medicina, se nos invita a mantener guardado nuestro diagnóstico en silencio y no compartirlo con nadie. Se nos prohíbe el acceso a nuestros historiales médicos. Imagínate lo que supone ver determinadas cicatrices en nuestro cuerpo y no poder explicarte su origen.
“Imagínate lo que supone ver cicatrices en tu cuerpo y no poder explicarte su origen.”
También se violan nuestros derechos humanos cuando somos discriminadas en la educación sexual que se recibe en los centros escolares. Somos excluidas también en la atención médica, puesto que apenas existe formación en intersexualidades dentro de la comunidad médica y tenemos que hacer pedagogía, explicando y formando nosotras a las personas que nos atienden.
Sufrimos discriminación en el empleo, porque todavía padecemos restricciones en algunos trabajos, como pueden ser las Fuerzas de Seguridad del Estado, véase el Ejército, y tampoco podemos acceder a determinadas prácticas deportivas, especialmente a deportes de élite o profesional.
7. ¿Es importante que la "I" forme parte de las siglas que componen el colectivo LGTBIQ+?
Creo que hablo en nombre del colectivo intersex, nosotras pensamos que sí es importante para las personas intersex estar en el acrónimo LGBTIQ+, dado que estamos seguras de que las violencias que sufren el resto de las letras son las mismas o muy parecidas a las que recibimos las personas intersex. Y formar parte del acrónimo nos da más fuerza, más visibilidad y más capacidad para luchar por nuestros derechos.
