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Ola de calor inusualmente extrema, verano de 2022

Una farmacia muestra la temperatura, 45 grados Celsius (113 Fahrenheit) en Lille, norte de Francia, mientras Europa experimenta una ola de calor inusualmente extrema, martes 19 de julio de 2022. © AP Photo/Michel Spingler

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Cambio climático y el calor extremo vivido en 2022

Por Amnistía Internacional,

Tras un mes de diciembre con temperaturas anormalmente altas para la época del año nos preguntamos ¿qué tiempo hará en enero? ¿Llegarán grandes nevadas? ¿Una ola de frío? ¿O se mantendrán las temperaturas suaves? A la espera de lo que ocurran las próximas semanas, hacemos repaso de este 2022, haciendo hincapié en lo que sucedió este verano con una serie de olas de calor que batieron todos los récords y que impactaron gravemente en los grupos más vulnerables. ¿Fue normal o consecuencia del cambio climático? Lo analizamos.

Calor extremo y cambio climático

En 2022, Europa ha experimentado el verano más cálido jamás registrado, con múltiples olas de calor, temperaturas que batieron récords, sequías e incendios forestales en varios países.

Las olas de calor son uno de los fenómenos meteorológicos extremos más mortales. Los informes indican que, durante la ola de calor que afectó a Europa en 2003, más de 70.000 personas murieron como consecuencia del calor extremo en 12 países. Las olas de calor posteriores han causado también la muerte de miles de personas.

Calor extremo en verano 2022

Una mujer se refresca en un ventilador que nebuliza agua junto al Coliseo de Roma. © Cecilia Fabiano/LaPresse vía AP

Los datos preliminares de la ola de calor de 2022 indican que en julio se registró un 16% más de fallecimientos en los países de la Unión Europea en comparación con las medias mensuales de 2016-2019. En este mes se vivió una situación de ola de calor en Europa occidental que afectó especialmente a Portugal, Francia occidental, Irlanda, Inglaterra y España. En países sin mar como Austria y Suiza, las temperaturas medias subieron 2°C. Como consecuencia, ambos países tuvieron más olas de calor y una frecuencia e intensidad crecientes de días y noches calurosos.

En Suiza, se calcula que el exceso de mortalidad fue de alrededor de 1.000 muertes durante la ola de calor de 2003, de 800 en 2015, 200 en 2018 y 500 en 2019. En Austria, la ola de calor de 2003 provocó en torno a 180 muertes solamente en Viena; en 2018, murieron 550 personas en todo el país. Aunque aún no se han publicado cifras exactas para las olas de calor de 2022, las estadísticas preliminares revelan un exceso de mortalidad del 25,9% en Suiza y del 17,5% en Austria en el mes de julio.

En España el verano de 2022 ha sido el más caluroso de la historia desde que se tienen registros. Los datos muestran que la temperatura media de junio, julio y agosto fue de 24ºC, es decir, 2,2º por encima de la media y 0,4ºC por encima del verano de 2003 que, hasta la fecha, había sido el más cálido registrado. España vivió tres olas de calor, siendo la más larga de 18 días de duración. En global, el país estuvo bajo olas de calor durante un total de 42 días, casi la mitad del verano, superando el récord anterior de 29 días, que tuvo lugar en 2015.

Ola de calor verano 2022

Manifestación contra la crisis climática. © Amnistía Internacional

El impacto del calor extremo. Los grupos vulnerables, los más afectados

El calor extremo causa calambres, agotamiento, golpes de calor e hipertermia (temperatura corporal anormalmente alta). Empeora enfermedades crónicas, como las afecciones respiratorias y cardiovasculares, y aumenta las hospitalizaciones. Se ha concluido, además, que los problemas de salud mental preexistentes aumentan la mortalidad durante las olas de calor.

Las personas de edad avanzada tienen más probabilidades de padecer problemas de salud. Entre los problemas que pueden afectar a su capacidad para mantenerse fresca figuran la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer, así como ciertos medicamentos que podrían causar deshidratación. Además, es más probable que estas personas vivan solas y sean físicamente menos capaces de cuidarse.

Las personas más jóvenes con discapacidad y problemas de salud preexistentes también se ven afectadas por el calor extremo. Por ejemplo, las que sufren lesiones medulares podrían tener menos capacidad para sudar y regular la temperatura corporal. Alrededor del 60-80% de las personas que padecen esclerosis múltiple sufren el síndrome de Uhtoff, lo que significa que los síntomas de su enfermedad empeoran cuando suben las temperaturas exteriores.

Las personas sin hogar corren un riesgo particular debido al calor extremo, pues están especialmente expuestas al calor . Por lo general, la salud de las personas ya está deteriorada como consecuencia del sinhogarismo. Los profesionales de la salud explicaron que sus pacientes suelen tener problemas cardiacos crónicos, edemas en las piernas, problemas de circulación, problemas digestivos, malnutrición y problemas de salud mental. El alcoholismo es también muy habitual. Las consecuencias del calor en la salud observadas en personas sin hogar incluyen síntomas de sobrecarga térmica como mareos, dolor de cabeza y náuseas, así como deshidratación, quemaduras de sol y un número mayor de infecciones.

En mayor o menor medida, el calor también afecta al resto de la población con riesgos para la salud, por lo que el cambio climático se presenta con consecuencias inmediatas, cotidianas y de alto impacto en las vidas de las personas.

Temperaturas extremas, ola de calor

Los artistas callejeros Ciaran Globel y Conzo Throb pintan un mural diseñado por Colin Li, de 14 años, como parte del Grantham Climate Art Prize 2021 en una pared frente a la sede de la cumbre del clima COP26 en Glasgow el 13 de octubre de 2021. © Andy Buchanan/AFP via Getty Images

Las emisiones de gases de efecto invernadero

¿Y qué está provocando estas subidas de las temperaturas?

Es un hecho constatado que las emisiones de gases de efecto invernadero están provocando un aumento de las temperaturas. En nuestro país el incremento del calentamiento y el decrecimiento de las precipitaciones está dando lugar a un aumento de los climas áridos en detrimento de los climas templados con olas de calor cada vez más extremas.

A día de hoy, las emisiones de gases de efecto invernadero no disminuyen y los Estados siguen aprobando nuevos proyectos de combustibles fósiles. Ni un solo país industrializado rico está reduciendo las emisiones con la suficiente rapidez. Los países más ricos incumplen sus obligaciones contraídas en virtud del Acuerdo de París y del derecho de los derechos humanos de proporcionar financiación y apoyo adecuados a los países menos ricos para que estos reduzcan sus emisiones de carbono y se adapten a las repercusiones del cambio climático. Los países ricos industrializados también se niegan en gran medida a cumplir su obligación de compensar a los países menos ricos por sus pérdidas y daños y a reparar a las personas cuyos derechos se han visto afectados negativamente a consecuencia de la crisis climática.

Queda mucho camino por recorrer y desde Amnistía Internacional seguiremos recordando que los derechos humanos y la humanidad están por encima de los intereses económicos y políticos de los Estados. ¿Te unes a nuestro movimiento?

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