El 6 de febrero, desafiando la política israelí de reclutamiento militar, me negué a servir en el ejército israelí. Como era de esperar, ese día terminé en la prisión militar.
no hay nada que temer; esta gente es como tú y como yo, no hay por qué tenerles miedo”.
La objetora de conciencia Atalya Ben Abba se niega a cumplir el servicio militar. © Private
Amnistía Internacional lleva desde 1972 trabajando en la cuestión de los objetores y objetoras de conciencia en Israel. El derecho a negarse a cumplir el servicio militar por motivos de conciencia o por convicción personal profunda, sin sufrir por ello sanción legal, física o administrativa alguna, está consagrado en el derecho internacional de los derechos humanos y, en concreto, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que Israel ha ratificado. Amnistía Internacional considera presa de conciencia a Atalya Ben Abba —así como a cualquier otra persona recluida por haberse negado a cumplir el servicio militar por razones de conciencia o por convicciones personales profundas—, e insta a las autoridades a dejarla en libertad de inmediato y sin condiciones.
En 2016 al menos cinco personas fueron encarceladas por objetar al servicio militar. El 23 de marzo de 2017 la objetora de conciencia Tamar Zeevi, de 19 años, fue liberada tras haber pasado 115 días en la cárcel militar; el 5 de abril, Tamar Alon, de 18 años, y también objetora de conciencia, salió en libertad tras 130 días bajo custodia militar.