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Portada de la guía de género en Amnistía Internacional

Portada de la guía de género en Amnistía Internacional

Blog

Aquello que no se nombra, no existe. O por qué es necesario comunicar con justicia de género

Por Isabelle Dudzinski, miembro de la Red de Género de Amnistía Internacional,

Acabamos de publicar la guía de comunicación género-inclusiva. ¿Y por qué? Porque el lenguaje y la comunicación son herramientas muy poderosas, también para luchar por los derechos humanos. Esta guía es algo diferente. Para empezar, la acompaña un argumentario que no solo persuade, sino que, tal como su nombre indica, argumenta de manera consistente porque es tan importante la comunicación inclusiva.

Esta vez se trata de un material eminentemente propositivo, que no facilita expresiones, normas ni fórmulas listas para aplicar, porque en el lenguaje -como en la vida- no hay recetas mágicas. Esboza propuestas, facilita ejemplos, sugiere recursos. También nos recuerda que la comunicación es mucho más que palabras, que también son imágenes y, sobre todo, contenidos. De nada sirve la apariencia verbal de inclusividad si el contenido no acompaña y no visibiliza ni defiende la diversidad y la inclusión.

Interior de la guía de comunicación género-inclusiva en derechos humanos 

Interior de la guía de comunicación género-inclusiva en derechos humanos 

Lo que no se nombra no existe

Las personas solemos comunicarnos esencialmente a través de las palabras. Las dotamos de significado y lo ponemos en común para poder entendernos. Inventamos palabras para nombrar cosas nuevas o definir conceptos. No hay manera más eficaz de ocultar, invisibilizar e incluso negar la existencia de algo o alguien que no nombrándolo.

La violencia contra las mujeres por el mero hecho de ser mujeres ha existido en casi todas las sociedades. Siempre ha habido quien ha discriminado a las personas en función de su sexo, por ser mujer, hombre que no encajaba en los estereotipos de género o pertenecer a un género no normativo. Bajo el impuesto genérico masculino se invisibilizaba a más de la mitad de la humanidad y, con ello, se nos desposeía de nuestros referentes femeninos y se negaba nuestra participación en la sociedad. Borrándonos del lenguaje, se borra de alguna manera nuestra existencia y nuestra actividad como seres sociales. Se vulneran nuestros derechos porque, como decía George Steiner: “aquello que no se nombra, no existe”. Por eso debemos reivindicar nuestra presencia a través del lenguaje inclusivo, como una cuestión de derechos, de derechos humanos.

Guía de comunicación género-inclusiva en derechos humanos

Interior de la guía de comunicación género-inclusiva en derechos humanos 

El lenguaje inclusivo es mucho más que reconocer la riqueza del idioma con términos y conceptos neutros que “incluyan” a todas las personas, diferenciando y visibilizando los géneros cuando sea necesario o pertinente. Además, el lenguaje y la comunicación abarca no solo lo verbal, sino también lo visual. Cuando comunicamos, ya sea a través de palabras, gestos o imágenes, transmitimos nuestra manera de ver y entender mundo. En ese sentido siempre se trata de una expresión cultural, social y, por lo tanto, también de género. Nuestro mensaje puede ser sexista, agresivo y ofensivo e inducir a usos discriminatorios, sin que a veces ni siquiera nos demos cuenta. O, por el contrario, puede ser igualitario, inclusivo, conciliador, tolerante. Puede, por lo tanto, vulnerar derechos o contribuir a protegerlos y empoderar. Por ello, como todas nuestras expresiones, la comunicación también debería ser consciente, ya que a través de ella expresamos nuestros valores. Hemos de saber lo que decimos y por qué lo decimos y no caer en el uso de expresiones y formas cuyo significado a veces se nos escapa por el mero hecho de que “siempre se ha dicho así”. Lo de "siempre se ha dicho así", podemos y debemos cambiarlo. La incorporación del lenguaje inclusivo debe ser proactiva y consciente, aunque pueda resultar laboriosa. No se trata de una formalidad, sino de una forma de lenguaje que acompaña un cambio de contenidos sociales que pretendemos lograr.

Un proceso lleno de resistencias

No es ni instantáneo ni sencillo; y tal como lo dice la guía, no hay que tener miedo de equivocarse. A todas nos ha pasado algo parecido. Recordemos las anecdóticas “jóvenas” del discurso de 1997 de la diputada Carmen Romero (profesora, sindicalista y política que fue de las primeras en batallar por la presencia de las mujeres en las listas electorales, invisibilizada por la coletilla de "mujer de"…).

Es evidente que se trata de un proceso lleno de resistencias inconscientes y conscientes por la costumbre, el uso, la simple pereza mental, la oposición al cambio propio de todas las sociedades o la negación evidente de la visibilización de las mujeres o de personas con géneros no binarios.

Interior de la guía de comunicación género-inclusiva en derechos humanos 

Interior de la guía de comunicación género-inclusiva en derechos humanos 

Toda moda, costumbre o palabra nueva en un entorno social, antes de ser aceptada e incorporada, genera resistencias y no se ganará su derecho de admisión de inmediato. Lo mismo nos pasa con el lenguaje inclusivo. ¿Os acordáis de las APAS de antaño (que se denominaban de padres, aunque también participaban activamente las madres)? Pues se transformaron en AMPAS y después de un rodaje con mofas incluidas, ya hace años que esa denominación se ha aceptado y funciona como la única lógica.

Así pasa con los usos de la comunicación y así pasará con la comunicación inclusiva: a base de incorporar, perseverar y repetir expresiones, utilizar las formas inclusivas, de imponer en el habla el derecho “de admisión” de todas aquellas personas excluidas del lenguaje, conseguiremos que se reconozca nuestra presencia y el lugar que nos corresponde en el mundo y en el lenguaje. Es un camino largo, pero lo conseguiremos, igual que hemos logrado otros hitos. Y por ello viene bien esta guía de comunicación género inclusiva y su argumentario que conjuntamente dan respuestas al por qué y sugieren soluciones para el cómo.

Descárgate las guías:

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