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4 claves para acabar con la violencia armada en las escuelas de Estados Unidos

  • Nuestro experto en comercio de armas, Alberto Estévez, explica las claves de la violencia armada en las escuelas de EE.UU.
Por Alberto Estévez (@aestevez212), analista de comercio de armas en @Amnistiaespana,

Recuerdo el escalofrío que sentí al leer la noticia de la matanza de la escuela secundaria de Columbine en 1999, en la que dos adolescentes mataron a 13 estudiantes y a un profesor e hirieron a más de 20 personas. Esa matanza marcó un punto de inflexión en EE.UU, en una tendencia que solo ha empeorado en las últimas dos décadas.

Yo, que nunca he sido partidario de las armas (aunque fui objetor de conciencia al servicio militar en los 90, no soy pacifista, pese a que comparto algunos de los principios de ese movimiento), entonces llevaba tiempo trabajando en la regulación y control de comercio internacional de armas con Amnistía y otras ONG mediante un Código Internacional de Conducta. Ese fue el paso previo a la campaña Armas Bajo Control que consiguió que casi 150 países votasen en 2013 a favor de un tratado para prohibir la venta de armas para cometer atrocidades.

La familia de Corey Tyler DePooter, estudiante del instituto Columbine asesinado, abraza y toca su cruz tras un servicio conmemorativo durante los actos de conmemoración en el primer aniversario del tiroteo. Esta matanza en una escuela de secundaria de Estados Unidos tuvo lugar en 1999e

La familia de Corey Tyler DePooter, estudiante del instituto Columbine asesinado, abraza y toca su cruz tras un servicio conmemorativo durante los actos de conmemoración en el primer aniversario del tiroteo que tuvo lugar el 20 de abril de 1999. © Gary Caskey

Volví a sentir un escalofrío (esta vez mayor porque ya tenía una hija y un hijo en edad escolar) cuando, a mediados de diciembre de 2012, se produjo la matanza en la escuela de primaria de Sandy Hook, en Newton (Conneticut). En ella perdieron la vida 20 menores de 6 y 7 años de edad y seis mujeres adultas del personal del colegio.

Me preguntaba cómo algo tan cotidiano como llevar a tus hijos/as al cole puede desembocar en una tragedia en el país industrializado más poderoso del mundo.

Cuando poco tiempo después mi hija pasó unos meses en EE.UU., estudiando con una beca en un instituto de Alabama, mi pregunta se convirtió en preocupación por su seguridad en un país inundado de armas (400 millones, el 98% en manos de civiles). En él, la violencia armada es la tercera causa de muerte entre la juventud estadounidense de entre 15 y 24 años y la cuarta causa de muerte entre los menores de entre 10 y 14 años.

En este post analizo cuatro de las claves de la “epidemia de violencia armada” en las escuelas estadounidenses, incluidas algunas medidas para acabar con ella.

Entrada al Memorial Permanente de Sandy Hook en Newtown, Connecticut, Estados Unidos, 14 de diciembre de 2022. En Estados Unidos hay una epidemia de violencia armadas en algunas de sus escuelas

Entrada al Memorial Permanente de Sandy Hook en Newtown, Connecticut, Estados Unidos, 14 de diciembre de 2022. © REUTERS/David 'Dee' Delgado

1. ¿Cuántas matanzas escolares ha habido en EE.UU.?

Algo tan cotidiano como llevar a tus hijos/as al cole puede desembocar en una tragedia en el país industrializado más poderoso del mundo. En 2022, los Estados Unidos de América (EE.UU.) acabaron el año con una cifra récord sin precedentes de tiroteos escolares en la última década. Son datos escalofriantes, recabados por la organización independiente K-12 School Shooting Database: desde la matanza de Sandy Hook en 2012 hasta finales de 2022 ha habido 189 tiroteos en escuelas de EE.UU. que han causado al menos una víctima mortal.

En la última década, 279 personas perdieron la vida tras recibir un disparo en una escuela durante, antes o después del horario escolar, incluidos los fines de semana. Los tiroteos contabilizados incluyen desde suicidios hasta violencia doméstica.

Diecisiete fueron "situaciones de tirador activo", definidas como "cuando el tirador mata y/o hiere a víctimas, ya sea de forma selectiva o aleatoria, dentro del recinto escolar durante un episodio continuo de violencia".

Aunque esos sucesos suponen una pequeña parte del total de tiroteos, representan más de un tercio de todas las víctimas en ese período.

En 2022 se produjeron 303 tiroteos en recintos escolares que causaron 332 víctimas, frente a 250 tiroteos en 2021, 114 en 2020 y 58 en 2017, según la base de datos de tiroteos en escuelas K-12.

Una década antes, en 2010 se produjeron15 tiroteos en escuelas de EE.UU. Entre enero y marzo de 2023 ha habido 89 tiroteos escolares, lo que hace que la cifra global desde 1970 supere los 800 tiroteos escolares.

La cifra total de matanzas (no solo escolares) en EE.UU. desde enero hasta el 27 de marzo de 2023 asciende a 129,y se ha cobrado casi 4.200 vidas y provocado lesiones a cerca de 7.500 personas.

Estudiantes con pancartas y lemas en sus manos participan en el evento "March for Our Lives" exigiendo reformas en el control de armas. La violencia armada es una lacra en Estados Unidos

Estudiantes con pancartas y lemas en sus manos participan en el evento "March for Our Lives" exigiendo reformas en el control de armas, Washington, Estados Unidos, 24 de marzo de 2018. ©  REUTERS/Jonathan Ernst

En mayo de 2022, la matanza de Uvalde (Texas) cometida por un joven de 18 años con un fusil de asalto se cobró la vida de 21 personas (19 menores y 2 maestras). En un emotivo discurso en la Casa Blanca, el conocido actor Matthew McConaughey, nacido en la propia localidad de Uvalde y propietario de armas de fuego, reclamó soluciones.

Apenas una semana después de comenzar 2023, un niño de 6 años disparó e hirió de gravedad a su profesora en la escuela primaria Richneck de Newport News, Virginia, convirtiéndose en uno de los tiradores escolares más jóvenes de la historia del país.

"Los menores de los Estados Unidos de América morimos cada día. ¿Cuántos tendrán que morir antes de que esto se acabe?" Así clamaba tras un tiroteo masivo en febrero, Emma Riddle, una estudiante de primer año de la Universidad Estatal de Michigan que también sobrevivió a un tiroteo mortal en un instituto en 2021 y que reclamó reformas en el control de las armas.

2. Las causas de la violencia armada en las escuelas de EE.UU.

Además de la facilidad para comprar armas fruto de una legislación muy permisiva y la cultura de la violencia reinante en EE.UU., otras cuestiones como la masculinidad, la misoginia o la falta de atención a la salud mental son clave para abordar el fondo de la cuestión.

En algunos casos, el acoso escolar sufrido en el pasado por los perpetradores los llevó a utilizar la posesión de armas como medio para mantener y proteger lo que percibían como una forma deseable de masculinidad basada en el honor personal.

En otros, las armas resultaron ser un medio atractivo para hacer frente tanto a las amenazas a su propio sentido de la masculinidad como a las desventajas percibidas por los hombres como grupo.

Una investigación específica sobre los tiroteos en las escuelas revela que los chicos que los cometieron habían sido víctimas de acoso escolar y habían sido "socializados para ver la violencia como una forma de demostrar su hombría".

Todos estos datos sugieren que los hombres o chicos que cometen tiroteos masivos pueden estar fascinados por las armas de fuego y percibir que pueden utilizarlas como medio para afirmar su estatus e importancia en lo que para muchos es el acto final de sus propias vidas.

Hoy en día, la investigación sobre cuestiones de género ayuda a comprender con matices las distintas funciones de los hombres y las masculinidades en la violencia, y qué tipo de hombres se sienten atraídos por ella.

Estos datos pueden ayudar a comprender mejor cómo se desarrollan las nociones nocivas de masculinidad y cómo puede abordarse esta cuestión con la esperanza de evitar los horribles actos que se siguen perpetrando.

La estudiante de secundaria de Washington, DC, Sara Durbin, muestra una pancarta para exigir leyes más estrictas para reformar el control de armas. Se deben buscar soluciones para acabar con la violencia armada en las escuelas de Estados Unidos

La estudiante de secundaria de Washington, DC, Sara Durbin, muestra una pancarta para exigir leyes más estrictas para reformar el control de armas, 14 de marzo de 2018. © REUTERS/Jim Bourg

3. ¡Claro que hay soluciones para acabar con la violencia armada en las escuelas de EE.UU.!

Cuando en 1999 se produjo la matanza de Columbine, Amnistía Internacional empezaba a definir su postura sobre la violencia armada. Con el tiempo, fue afinando su posición y hace ya varios años que Amnistía trabaja en alianza con otras organizaciones para que la “receta mágica” que acabe con la epidemia de violencia armada sea una realidad. Eso pasa por:

  • Aprobar leyes que eviten que las armas estén en manos de quienes probablemente hagan un uso indebido de ellas, incluida la elaboración de programas de señales de alertas tempranas, el control de antecedentes de quien quiera adquirir un arma o la prohibición de los fusiles de asalto;
     
  • Financiar la investigación sobre la violencia armada para ofrecer soluciones políticas basadas en datos;
     
  • Invertir en programas de prevención de la violencia dirigidos por las comunidades afectadas, y
     
  • Facilitar apoyo, incluida atención sanitaria mental y física, a las personas supervivientes de la violencia armada.

Como muestra de las medidas que se pueden adoptar, la organización Sandy Hook Promise ha elaborado un decálogo de las señales de advertencia más importantes, que incluyen cuestiones como la soledad crónica o el aislamiento social, el acoso (especialmente si está dirigido a las diferencias de raza, religión, sexo u orientación sexual), la expresión de pensamientos recurrentes de hacerse daño a sí mismos o a otra persona o jactarse de tener acceso a armas. Porque la violencia armada se puede prevenir: en 4 de cada 5 tiroteos escolares, al menos otra persona tenía conocimiento del plan del atacante, pero no lo denunció.

Daisy Hernández, de 22 años, se une a estudiantes en el evento "March for Our Lives". En sus manos lleva escrito "No dispares". En la manifestación se pide el fin de la violencia armada en los colegios de Estados Unidos

Daisy Hernández, de 22 años, se une a estudiantes en el evento "March for Our Lives" que exige una reforma en el control de armas, Washington, Estados Unidos, 24 de marzo de 2018. © REUTERS/Jonathan Ernst>

4.- La movilización y la justicia, motores para el fin de la violencia armada en las escuelas de EE.UU.

Además de la movilización de la coalición de la que forma parte la Amnistía Internacional Estados Unidos (de la que también son miembros organizaciones como Sandy Hook Promise, Brady, Marchs for Our Lives o Everytown for Gun Safety and Moms Demand Action), algunas personas y organizaciones han decidido sentar en el banquillo a los fabricantes de armas.

Esto es lo que hicieron nueve familias de algunas de las víctimas de la masacre en el colegio Sandy Hook, que en febrero de 2022 llegaron a un acuerdo histórico de 73 millones de dólares en su litigio contra Remington, el fabricante del AR-15 empleado en esa matanza. Ese tipo de fusil, diseñado para operaciones militares de asalto en la guerra de Vietnam, es el que se utilizó contra civiles en otros tiroteos como un cine de Aurora (Colorado), en San Bernardino (California) y en el instituto de Parkland (Florida). La prohibición de estos fusiles de asalto, apoyada por el presidente Biden y aprobada por la Cámara de Representantes en 2022, está pendiente de una decisión del Senado de EE.UU.

Más de 13,7 millones de AR-15 se han fabricado desde que el Congreso no prohibió las armas de asalto después de Sandy Hook, y la venta de estas armas ha generado 11.000 millones de dólares en ingresos para la industria. ¿Cuándo pondrán los dirigentes políticos a las personas en lugar de los beneficios? El Congreso tiene ahora la oportunidad de aprobar la legislación de Prohibición de Armas de Asalto. ¿Actuarán o esperarán mientras mueren más personas en Estados Unidos?

    En un juicio posterior, el conspirador Alex Jones fue condenado a indemnizar a familiares y supervivientes de la matanza de Sandy Hook que demostró la responsabilidad penal de la desinformación y las mentiras sobre el suceso que difundió Jones.

    La combinación de la movilización social para conseguir cambios legislativos como los propugnados por Amnistía Internacional y otras organizaciones, junto a acciones judiciales pueden acabar con esta pesadilla y conseguir que las escuelas estadounidenses sean un lugar sin violencia armada. Lo único que se necesita es… voluntad política.

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