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Manifestación a favor de los tres activistas asesinados

Simpatizantes del Partido Demócrata por la Libertad de Mississippi se manifiestan frente a la Convención Nacional Demócrata de 1964, en Atlantic City, Nueva Jersey. Muchas personas sostienen carteles con los retratos de los trabajadores por los derechos civiles asesinados: James Chaney, Andrew Goodman y Michael Schwerner. © Warren K. Leffler

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1964: La noche que 'Ardió Mississippi' y cambió la lucha por los derechos civiles

  • En la noche del 21 al 22 de junio de 1964, tres jóvenes activistas por los derechos civiles de la población negra fueron asesinados por miembros del Ku Klux Klan con la complicidad de la policía
Por Manu Mediavilla (@ManuMediavilla), colaborador de Amnistía Internacional,

Hace 60 años, el asesinato de tres jóvenes activistas por los derechos civiles de la población negra conmocionó a Estados Unidos. El triple crimen lo cometieron miembros del Ku Klux Klan –con la complicidad de los policías que debían investigarlo– en la noche del 21 al 22 de junio de 1964. Y aunque algunos autores y colaboradores acabaron siendo condenados, ninguno pasó más de seis años en la cárcel.

Dos de los activistas eran de raza blanca: Michael Schwerner, 24 años, judío de New York, y Andrew Goodman, 20 años, también neoyorquino. Y el tercero era de raza negra: James Chaney, 21 años recién cumplidos, del propio estado de Mississippi donde fueron asesinados.

Indirectamente, el horror ante aquellos crímenes favoreció una respuesta legislativa para impulsar la igualdad de toda la ciudadanía. Así, mientras el FBI desarrollaba su investigación y se intensificaba la búsqueda de las tres víctimas, el Congreso aprobó el 2 de julio de 1964la Ley de Derechos Civiles –preludio a su vez de la Ley de Derecho al Voto de 1965–, que prohibió las prácticas discriminatorias contra la población afroamericana.

Cartel del FBI para buscar a los tres activistas desaparecidos

Parte superior del cartel de personas desaparecidas creado por el FBI en 1964. Muestra las fotografías de Andrew Goodman, James Chaney y Michael Schwerner. © Federal Bureau of Investigation

El racismo de los años 60 en Estados Unidos

A principios de los años 60, Mississippi y otros estados del sur desafiaron las directrices federales sobre integración racial. La sociedad blanca recurrió a todo tipo de tácticas violentas –desde el vandalismo hasta el asesinato– para intimidar a la población negra y a quienes le daban apoyo. Muchos de esos comportamientos agresivos los protagonizó la organización White Knights (Caballeros Blancos), rama del Ku Klux Klan fundada y liderada por Samuel H. Bowers.

Frente a esos ataques supremacistas, la población de orígenes africanos, latinos y asiáticos creó organizaciones como COFO (Consejo de Organizaciones Federativas), CORE (Congreso por la Igualdad Racial) o NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas Negras), con el común objetivo de luchar contra la segregación institucional y protegerse de las agresiones.

La discriminación era palpable. En Mississippi, por ejemplo, se podían ver con frecuencia dos fuentes de agua para blancos y negros, así como salas de cine segregadas. Y en casi todos los estados sureños se negaban a la mayor parte de la población negra derechos fundamentales como el ejercicio del voto y el acceso a la educación. Por eso el CORE, al que pertenecían los tres jóvenes activistas, promovía 'Escuelas de la Libertad' en las que animaba a padres y madres a escolarizar a sus hijos e hijas y a inscribirse en los colegios electorales para poder votar.

En el ámbito político, el asesinato del presidente John F. Kennedy en noviembre de 1963 truncó sus planes para favorecer la integración de la población negra. En la primera parte de su mandato (1961-1962) había abierto las puertas de la política a la gente joven con la creación del Cuerpo de Paz –una agencia federal independiente con la que jóvenes voluntarios viajaban a las zonas más pobres de América Latina– y con el impulso a la juventud universitaria en defensa de los derechos de la ciudadanía negra. En junio de 1963 había subrayado los objetivos finales de su gobierno, incluida la inexcusable necesidad de acabar con la segregación racial y la desigualdad.

Fuerzas del orden deciden dónde buscar a los tres activistas desaparecidos

Personal de la Marina y funcionarios de las fuerzas de seguridad de Mississippi discuten dónde buscar a los tres trabajadores de los derechos civiles desaparecidos el 21 de junio de 1964. © Federal Bureau of Investigation

La ira supremacista

Schwerner había llegado a Mississippi por su trabajo en defensa de los derechos civiles de la comunidad negra. Había organizado un exitoso boicot afroamericano a un par de grandes tiendas de la ciudad de Meridian y llevaba adelante con éxito la inscripción de futuros votantes en los registros electorales. También proyectaba instalar una 'Escuela de la Libertad' en la afroamericana Iglesia Metodista de Monte Zion, en el condado de Neshoba.

El joven activista se ganó de inmediato la ira de los supremacistas blancos, que se conjuraron para eliminarlo. El Klan dejó claras sus intenciones en la noche del 16 de junio, cuando más de 20 de sus miembros llegaron armados a la iglesia de Monte Zion, golpearon a varios feligreses y la incendiaron.

Schwerner, que había viajado a Ohio para un curso de capacitación sobre derechos civiles, regresó a Mississippi el 20 de junio. Lo acompañaban Goodman, nuevo miembro del CORE, y Chaney, enlace perfecto entre la organización y la comunidad negra. Los tres supieron entonces que en la paliza a los fieles del templo metodista había tomado parte el segundo sheriff Cecil Ray Price, que obligó a los diáconos a arrodillarse frente a los faros de sus coches mientras la gente del Ku Klux Klan los golpeaba con las culatas de sus rifles y destruía luego la iglesia.

Minutos después llegaron otros dos vehículos con miembros del Ku Klux Klanque habían sido avisados, y los tres coches entraron en un camino de tierra llamado Rock Cut Road. Allí los asesinaron.

Después de tomar testimonio a las víctimas –algo que la policía no había hecho–, los tres jóvenes iniciaron el regreso a Meridian en su automóvil. Pero el vicesheriff Price los detuvo dentro de los límites de la ciudad sureña de Filadelfia y los encarceló tras acusarlos de conducir a una velocidad superior a la permitida y de haber incendiado la iglesia de Monte Zion. Price, que también era miembro del Ku Klux Klan, los mantuvo siete horas en prisión, no les permitió hacer ninguna llamada y esperó la llegada de la noche de aquel 21 de junio de 1964 para ponerlos en libertad bajo fianza y escoltarlos fuera de la ciudad.

El segundo sheriff regresó después en su coche a Filadelfia para dejar a un colega en su casa y, una vez solo, se lanzó a toda velocidad a capturar a los tres activistas del CORE, a los que alcanzó justo en los límites del condado y de su jurisdicción. Minutos después llegaron otros dos vehículos con miembros del Ku Klux Klan que habían sido avisados, y los tres coches entraron en un camino de tierra llamado Rock Cut Road. Allí los asesinaron.

Asesinato y destrucción de pruebas

Los golpearon hasta cansarse. Después, a Schwerner y Goodman les pegaron un tiro en la cabeza. Con James Chaney se ensañaron más: primero le dispararon en el abdomen y luego en la cabeza. Antes de matar a Schwerner, uno de los asesinos, Alton W. Roberts,se acercó a él para insultarlo con una de sus frases favoritas: “Eres un amante de negros”.

El grupo supremacista –una decena de personas, que incluía al sheriff del condado Lawrence A. Rainey– cargó los tres cadáveres en un automóvil y los llevó hasta la granja de uno de sus cómplices, Oleg Burrage, que aceptó esconderlos. Otro, Herman Tucker, que trabajaba con maquinaria pesada, llevó a la mañana siguiente un bulldozer para cavar la fosa de los tres jóvenes activistas. A Tucker le habían encargado abandonar el coche de las víctimas en el vecino estado de Alabama, pero él lo dejó en el condado de Neshoba y lo quemó.

El 22 de junio por la mañana, todos los implicados en el complot criminal –la mayoría 'caballeros blancos' del Ku Klux Klan– volvieron a reunirse para preparar las coartadas ante una eventual pero improbable investigación policial o judicial, y para manipular o borrar las pruebas y destruir cualquier evidencia incriminatoria. Al final del encuentro, el vicesheriff Price los arengó: "Bueno, chicos, habéis hecho un gran trabajo. Sois un soplo de aire fresco para los blancos. Mississippi puede estar orgulloso de vosotros. Habéis dejado claro a esos forasteros cómo nos las gastamos en este estado. Ahora, volved a vuestros hogares y olvidad lo sucedido. Pero antes de marcharos, permitirme que os diga que mis ojos seguirán atentos: "El primero que hable, ¡es hombre muerto! ¿Está claro? ¡Cualquiera que se vaya de la lengua, está muerto, muerto, muerto!”.

Hallazgo de los tres activistas asesinados y detenciones

Punto donde se encontró el coche de los tres activistas asesinados

Ubicación de la Ford Station Wagon de Chaney, Goodman y Schwerner cerca del río Bogue Chitto, en el noreste del condado de Neshoba, Mississippi, en la autopista 21. Los tres trabajadores desaparecieron el 21 de junio de 1964, lo que dio lugar a una búsqueda federal intensiva de los activistas.

Schwerner debía sospechar que estaba en peligro, porque había avisado al CORE de que, si no regresaba ese 21 de junio a las cuatro de la tarde, investigaran si le había pasado algo. La organización se puso en contacto con la policía de Neshoba y de Meridian, que dijeron no saber nada.

El 23 de junio, aún sin noticias de los tres activistas desaparecidos, se produjo una conmoción en todo el país al aparecer sus nombres y rostros en las portadas de los principales diarios y en los carteles del FBI que anunciaban su búsqueda. Intuyendo la tragedia, el procurador general Robert F. Kennedy hermano del presidente asesinado y encargado del departamento de Justicia con el nuevo presidente Lyndon B. Johnson presionó al FBI para que intensificara la investigación, en la que participaron más de 200 agentes federales y decenas de tropas que rastrearon bosques y pantanos en busca de los jóvenes.

El FBI denominó el operativo de búsqueda “MIBURN”, acrónimo de “Mississippi en llamas” o "Arde Misssissippi", que fue el título de la película que en 1988 dirigió Alan Parker y protagonizaron Gene Hackman y Willem Defoe.

El 10 de julio, el director del FBI, J. Edgard Hoover, llegó a Mississippi para abrir una oficina federal. Sin embargo, el caso no se aclararía hasta que uno de los presuntos asesinos confesó los crímenes a cambio de inmunidad judicial y una 'recompensa'.

El 4 de agosto, después de que un agente de tráfico aportara pistas sobre dónde podrían estar los cadáveres, los equipos del FBI afinaron su búsqueda. Desde un helicóptero notaron tierra removida en la granja de Olen Burrage, lo que condujo al hallazgo de los cuerpos a las tres de la tarde. (Durante los rastreos, también fueron encontrados otros siete cadáveres de afroamericanos que llevaban años desaparecidos y que jamás llamaron la atención de nadie).

Personas a favor del Partido Demócrata por la Libertad de Mississippi se manifiestan frente a la Convención Nacional Demócrata de 1964, en Atlantic City, Nueva Jersey. Muchas personas sostienen pancartas en las que se lee "Muchos han muerto, Chaney, Goodman, Schwerner", "Basta de hipocresía, practica la democracia". © Warren K. Leffler

La búsqueda de justicia: una carrera de obstáculos

La investigación también permitió descubrir a los autores y cómplices del triple crimen, aunque el Estado de Mississippi no hizo ningún arresto. Indignado, el procurador general Robert Kennedy encargó al Departamento Federal de Justicia acusar a una veintena de presuntos asesinos y colaboradores incluido el vicesheriff Price de “violar los derechos civiles de Schwerner, Goodman y Chaney”. Era laúnica figura legal que daba competencia en el caso al Gobierno federal.

La búsqueda de justicia fue una auténtica carrera de obstáculos. El 6 de noviembre serían arrestados James Ford Seale y Charles Marcus Edwards, militantes del Klan de 29 y 31 años, en una operación del FBI y la Patrulla de Carreteras de Mississippi. Aunque confesaron su culpabilidad, los dejaron en libertad bajo fianza cinco días después por falta de pruebas. El 11 de enero siguiente, el fiscal del distrito alegó que ambos habían se habían declarado culpables bajo presión policial y pidió desestimar sus 'declaraciones juradas’.

Seale y Edwards lograron así salir indemnes de los asesinatos, aunque el primero, tras hacerse pasar por muerto durante años, no logró evitar que el peso de la justicia acabara cayendo sobre sus espaldas. Su expediente se reabrió en 2005, fue procesado el 24 de enero de 2007, y condenado a tres cadenas perpetuas el 24 de agosto siguiente. En 2008, su sentencia fue revisada en la Corte de Apelaciones. Seale murió en agosto de 2011 a los 76 años en una prisión federal. Tres años de prisión bastaron para pagar por su terrible crimen.

A finales de noviembre, el FBI acusó a 21 ciudadanos de Mississippi de conspirar, coaccionar, reprimir e intimidar a los tres activistas. Diecinueve fueron arrestados el 4 de diciembre, y dos confesaron haber participado en los hechos. Intervino incluso la Corte Suprema, que después de una batalla legal de tres años avaló las acusaciones del Departamento de Justicia. Todos los hombres fueron sometidos a juicio en Jackson, Mississippi, con el juez William Cox en el estrado. Aunque Cox era un ferviente segregacionista, la presión de las autoridades federales hizo que abordara el caso con rigor.

En octubre de 1967, un jurado compuesto por doce personas blancas declaró culpables a siete acusados –entre ellos el vicesheriff Price y el líder de los 'Caballeros Blancos' Bowers–, que recibieron penas de 3 a 10 años de cárcel. Tras un largo proceso de apelación, los siete empezaron a cumplir sus condenas en marzo de 1970, aunque ninguno estuvo más de seis años en prisión.

El sheriff Lawrence Rainey escoltado por agentes del FBI

Lawrence Rainey escoltado por agentes del FBI en octubre de 1964 cerca del Tribunal Federal de Meridian Mississippi. © Horace Cort, AP

La acusación al segundo sheriff acabaría salpicando al titular y también 'Caballero Blanco' Lawrence Rainey, que fue denunciado como presunto responsable de tramar la conspiración. Aunque lo negó, fue acusado de ignorar las agresiones contra ciudadanos negros que se habían producido en su condado. En su descargo, dijo que la noche de los asesinatos había visitado a su mujer enferma en el hospital de Meridian y que más tarde se había sentado a ver la televisión. Fue absuelto. También lo fueron otros nueve acusados, y sobre las tres personas restantes que se sentaron en el banquillo, el jurado llegó a una especie de punto muerto.

Esa indefinición del jurado favoreció al predicador baptista Edgar Ray Killen, considerado el organizador del secuestro de los jóvenes activistas. Su caso sería reabierto en 1999, cuando fue acusado de asesinato. El 21 de junio de 2005, a sus 80 años y justo en el 41º aniversario del triple crimen, fue condenado por homicidio no premeditado. El jurado, formado por nueve blancos y tres negros, determinó que no había pruebas suficientes de que supiera que los activistas iban a ser asesinados. Le impusieron tres penas consecutivas de 20 años de cárcel, y murió en prisión en enero de 2018, una semana antes de cumplir 93 años.

Victoria de los derechos civiles

Pese a todos los vaivenes judiciales, el fallo de 1967 fue celebrado como una victoria de los derechos civiles, ya que en Mississippi nunca había habido condena alguna por delitos contra activistas comprometidos con esa causa.

En 2014, el entonces presidente Barack Obama impuso a Schwerner, Goodman y Chaney la Medalla Presidencial de la Libertad, la más alta condecoración civil de Estados Unidos.

El caso penal había quedado cerrado en junio de 2016 con el carpetazo oficial a la investigación.

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