Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Periodista rusa amenazada de muerte: ¡firma y ponla a salvo!

La periodista rusa Elena Milashina
¡Gracias!

Esta acción ha finalizado. Hemos sido 8.682 firmantes

Damos las gracias a todas las 8 personas que se han sumado a nuestra petición para que las autoridades rusas garanticen la protección de la periodista rusa Elena Milashina y que tanto ella como otros periodistas puedan seguir ejerciendo su profesión sin tener que correr riesgos tanto en Chechenia como en el conjunto de la Federación Rusa.

A finales de julio hicimos una primera entrega de firmas en la Oficina de la Presidencia rusa, y ahora volveremos a insistir con nuestras peticiones.

Petición antes del cierre

Actúa ahora para que Rusia ponga a salvo a Elena Milashina, en grave peligro solo por publicar un artículo. ¡Informar no es delito!

La periodista rusa Elena Milashina denunció en un artículo publicado el 12 de abril en Novaya Gazeta que en Chechenia las autoridades equiparan con terroristas a las personas contagiadas con el coronavirus, por lo que la gente había empezado a ocultar la enfermedad y a morir en sus casas. La valentía se llama Elena.

Un día después el presidente checheno, Ramzan Kadyrov, la amenazó de muerte a través de Instagram. En el vídeo, acusaba a Novaya Gazeta y a sus periodistas de ser “marionetas de Occidente” y pedía a la Presidencia rusa que parase “a esos seres no humanos que escriben y provocan al pueblo”. De no hacerlo, seguía Kadyrov, alguien de Chechenia tendría que cometer un delito para silenciar a la periodista.  

Las autoridades rusas restaron importancia a tales amenazas y ordenaron que se retirase el artículo de la web de Novaya Gazeta. Aunque ahora ya está de nuevo online, aparece censurado.

No es la primera vez que Elena Milashina se enfrenta a amenazas y agresiones por su trabajo como periodista de investigación. Ahora está en grave peligro y las autoridades rusas deben tomar medidas urgentes para garantizar su seguridad. Exígeselo, ¡firma ahora!

¿Qué haremos con tu firma? Se la enviaremos al presidente ruso, Vladimir Putin para que ponga a salvo a Elena Milashina y no haya más amenazas a periodistas. Él es quien tiene la más alta responsabilidad en garantizar la ley y el orden en la República Rusa de Chechenia. 

Más información

Activistas de derechos humanos y periodistas como Elena continúan su trabajo en Rusia con un peligro real para sus vidas. La periodista Anna Politovskaya y la activista Natalia Estemirova fueron asesinadas por ello, ambas en Chechenia.

En cuanto a Elena Milashina, esta no es la primera vez que recibe amenazas por las investigaciones que publica en el periódico independiente ruso Novaya Gazeta. Después de desvelar en 2017 la campaña de secuestros, torturas y homicidios de hombres gays en Chechenia, tuvo que permanecer en el exilio fuera de Rusia por un periodo de tiempo.

En febrero de 2020, Elena y la abogada Marina Dubrovina fueron atacadas y golpeadas por un grupo de hombres en el vestíbulo de un hotel en Grozni, la capital de Chechenia, mientras grababan el suceso. Después, uno de los agresores les dijo que se fueran y el grupo salió del hotel sin encontrar resistencia. La investigación de este ataque se detuvo después de que "desaparecieran" las pruebas técnicas, incluidas las imágenes de las cámaras de vigilancia.  
 
El año pasado, Ramzan Kadyrov anunció que prohibiría a activistas de derechos humanos entrar en Chechenia al mismo tiempo que amenazaba con exponerlos a la violencia.