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Ruth lleva décadas buscando a su hijo, pero no obtiene respuestas
Esta acción ha finalizado. Hemos sido 9.755 firmantes
Las firmas recogidas han sido entragadas a la Presidencia de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados. No hemos logrado que el Parlamento apruebe la ley estatal sobre bebés robados, pero nos quedamos en una fase muy avanzada tras una continuado trabajo en alianza de años, y para la nueva legislatura lo seguiremos impulsando.
Continuaremos reclamando que se establezcan medidas que faciliten y apoyen los procesos de búsqueda de los niños/as que podrían haber sido víctimas de apropiación, desaparición forzada y/o sustitución de su identidad. Y cada firma habrá contribuido, como las gotas que caen sobre la piedra, abriendo paso hacia una victoria necesaria para los derechos humanos.
Petición antes del cierre
Ruth dio a luz a un niño en 1993, en una clínica de Bilbao. Estaba soltera, tenía 19 años, iba acompañada de su madre y de su pareja. Cuenta que fue recibida con la frase: “Cuando lo hiciste, seguro que no lloraste tanto”.
Tras el parto, un médico informó a su familia del fallecimiento de su hijo antes de que Ruth saliese del paritorio. Les dijo que el niño “parecía un monstruo”, que era mejor no verle, que era mejor olvidarlo. Cuando pidieron poder enterrarlo, el médico preguntó: “Para qué hostias quieren enterrar a esos niños”
Pero Ruth tuvo sospechas sobre la muerte desde el principio y buscó a su hijo. Consiguió que un juzgado ordenara una exhumación en el lugar donde supuestamente se habría enterrado a su hijo. Al abrir el ataúd: no había restos óseos.
El juez cerró la investigación reconociendo que había quedado probado que al bebé, naciese vivo o muerto, no lo enterraron donde consta oficialmente, y reconoció el dolor y la incertidumbre que les acompaña desde hace años.
“Esto es un duelo que no se pasa. Quiero que me digan la verdad, que se abra otra vez el caso y que se lleve a cabo una investigación exhaustiva, que se sepa quién se lo llevó y por qué.”
La historia de Ruth no es la única. Hasta los años noventa y desde el final de la Guerra Civil, durante más de 50 años, miles de personas en España pudieron ser objeto de desaparición forzada, con sustitución y alteración de sus identidades.
Estos miles de casos son los conocidos como bebés robados, a quienes se les han vulnerado el derecho a la protección de la vida familiar, donde se incluye el derecho a la identidad, a la nacionalidad, al nombre, y a las relaciones familiares.
La mayor parte de casos continúan en la impunidad, y la respuesta por parte del Estado a los procesos de búsqueda hasta ahora ha sido desinteresada, inadecuada e insuficiente. Esta falta de respuesta acrecienta un sufrimiento psicológico que alcanza el umbral de la tortura y otros malos tratos, según reconocen organismos internacionales de derechos humanos.
Firma para que el Parlamento apruebe una Ley sobre bebés robados.