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Horribles asesinatos de adolescentes a manos de la policía en Angola

Manifestación pacífica contra el uso policial de la violenci
Manifestación pacífica contra el uso policial de la violencia en la ciudad de Benguela
¡Gracias!

Esta acción ha finalizado. Hemos sido 5.607 firmantes

Damos las gracias a todas las personas que se han sumado a esta petición pidiendo justicia y protección para las familias de los 7 niños asesinados, que siguen luchando para que se juzgue a las personas responsables. Desde Amnistía Internacional seguimos trabajando y dando seguimiento a este caso aunque cerremos esta acción por el momento. Muchas gracias por vuestra participación.

Petición antes del cierre

Kilson, de 15 años, era un estudiante que soñaba con ser cantante y jugador de fútbol. El día que murió, estaba en un campo donde suelen practicar deporte y él y sus amigos/as se divertían cantando y bailando. Una mañana la policía empezó a disparar para dispersar a la gente reunida allí. Todos/as huyeron pero Kilson cayó al suelo. Fue alcanzado en la cabeza y los policías salieron de sus coches y le dieron patadas. Cuando se dieron cuenta de que estaba sangrando, volvieron a su coche y se fueron. Los vecinos llevaron a Kilson al hospital donde murió.

No ha sido el único. En Angola, la aplicación abusiva de las medidas preventivas de la COVID-19 ha provocado la muerte de al menos 7 niños y jóvenes. Las historias de cómo la policía mató brutalmente a estos siete chicos tienen muchas similitudes. Todas muestran cómo el uso imprudente y descontrolado de la fuerza llevó a la pérdida de sus vidas, cuando la policía debería protegerlos y no asesinarlos.

Sus muertes son un doloroso recordatorio de que una sociedad justa es aquella en la que el respeto por la vida es el principio básico, independientemente de la situación social, económica y las creencias políticas de las personas.

¡Ayudanos pidiendo al Presidente de Angola que los culpables rindan cuentas!