El grupo de voluntarios de las brigadas de protección civil siria –conocidos como Cascos Blancos– son héroes anónimos en un país devastado por la guerra. Son los primeros en acudir al rescate cuando las bombas asolan a la población civil. Su trabajo es considerado el más peligroso del mundo, pero eso no los detiene. Ponen en riesgo sus vidas para salvar las de otros y no reparan en bandos o partidos. Quienes conocen su labor les describen como auténticos superhéroes y los niños les admiran hasta el punto de jugar a ser ellos. Después de cuatro años de absoluta destrucción, permanecen en su país a pesar del miedo, salvando vidas e infundiendo esperanza.
¿Quiénes sois los Cascos Blancos?
¿Qué desafíos afrontáis?
Los Cascos Blancos trabajan en zonas de máximo riesgo desempeñando el trabajo más peligroso del mundo. © White Helmets/Syrian Civil Defense¿Disponéis de suficiente maquinaria y equipos avanzados?
Estáis de servicio 24 horas al día porque los bombardeos no cesan y la gente necesita ayuda. ¿Cómo os organizáis?
¿Cuántas personas voluntarias forman los Cascos Blancos y cuántas son mujeres?
¿Por qué es tan importante lo que hacéis?
¿Cómo es la vida en Siria para la población civil?
Los Cascos Blancos trabajan en Siria en zonas de guerra de máximo riesgo. Piden que la comunidad internacional deje de darle la espalda al pueblo sirio. © White Helmets/Syrian Civil DefenseCuando vemos que los niños y niñas nos toman como ejemplo, vemos con emoción el alcance de nuestro trabajo. Esos gestos nos inspiran y nos ayudan a seguir adelante.