Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo
Imagen de Marcela y Elisa, las pioneras gallegas del matrimonio entre mujeres en 1901.

Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga, recién casados y fotografiados por José Sellier.

Blog

Marcela y Elisa: el primer intento de matrimonio homosexual de España

Por Vega Alonso del Val (@VegaAlonsoV), colaboradora de Amnistía Internacional,

Poder amar a quien quieras, independientemente del género. Cansadas de vivir su amor en la clandestinidad, Marcela y Elisa desafiaron las convenciones sociales de principios del siglo XX al intentar formalizar su relación prohibida en matrimonio. Su historia perdura como un hito en el camino hacia la igualdad y el reconocimiento de las diversas formas de amor.

A Coruña. 8 de junio de 1901 en una pequeña iglesia de la ciudad gallega. Dos mujeres, Marcela y Elisa, deciden darse el “sí quiero”, dios mediante. Sin embargo, había un pequeño detalle al que tenían que enfrenarse: el matrimonio homosexual no estaba reconocido, y mucho menos por la Iglesia. Para cumplir su objetivo, Elisa se hizo pasar por un hombre llamado "Mario Sánchez", una identidad que adoptó inspirándose en un primo suyo que había fallecido en un naufragio. Así se convirtieron en las primeras lesbianas españolas en casarse por la Iglesia. Más allá de ello, lo importante en esta historia es la lucha de dos personas por visibilizar su amor y poder vivirlo en libertad.

La historia de Marcela y Elisa, de Marcela y Elisa, el primer matrimonio homosexual en España

La historia de Elisa y Marcela

¿Quiénes fueron Marcela y Elisa?

Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga nacieron a finales del siglo XIX en la España rural y en una sociedad conservadora. Coincidieron en la Escuela Normal de Maestras de A Coruña, donde ambas estudiaban para ser formadas en esa profesión. Se enamoraron, pero tuvieron que vivir su amor de una forma oculta y clandestina. Recordamos que nos encontramos en un momento donde la homosexualidad era también un tema tabú y donde las personas homosexuales eran estigmatizadas.

Eso sí, Marcela, con una personalidad vivaz, y Elisa, una mujer apasionada y valiente, encontraron en su amor una fuerza para desafiar las normas impuestas por la sociedad de la época.

¿Se les puede considerar el primer matrimonio homosexual en España?

La historia de Marcela y Elisa plantea la pregunta de si realmente pueden ser consideradas el primer matrimonio homosexual en España. Desde una perspectiva estrictamente legal, aunque se pidió su anulación, según el registro civil, la boda aún es válida ya que las actas no fueron anuladas ni siquiera por la Iglesia.

Desde una perspectiva social, el acto de Marcela y Elisa desafiando las normas de género y la rigidez de la sociedad de principios del siglo XX tiene un valor considerable en la lucha por los derechos y la aceptación de la diversidad sexual. Su intento de formalizar su relación a través del matrimonio refleja un deseo innegable de legitimar su amor en una época en la que la homosexualidad estaba profundamente estigmatizada.

¿Cómo acabó la historia de Marcela y Elisa?

Después de contraer matrimonio, la pareja fue denunciada y se pidió que fuesen capturadas. De nuevo, la estigmatización, el señalamiento y la persecución sobre la mesa. También fueron las protagonistas de las portadas de varios periódicos de la época. Marcela y Elisa lograron huir a Portugal, donde cambiaron sus nombres. En Oporto fueron detenidas y encarceladas, acusadas de falsedad documental y travestismo. Gracias al movimiento solidario femenino consiguieron la libertad y pusieron rumbo a Argentina.

A partir de aquí los datos sobre la vida de ambas son difusos. Hay constancia de que Elisa se casó en Buenos Aires con un danés, casi 25 años mayor que ella. Algunas informaciones apuntan a que quizá esperaba enviudar y poder vivir con Marcela. Sin embargo, el danés la denunció por no tener relaciones sexuales y porque sospechaba de la relación que tenía con Marcela. De esta se sabe que tuvo una hija, pero aquí se pierde su pista. De Elisa hay constancia que falleció en 1909, aunque hay dos versiones sobre su muerte: suicidio o a consecuencia de un cáncer.

A pesar de no tener el final deseado por las protagonistas, la historia de Marcela y Elisa dejó un impacto duradero en la conciencia colectiva. Su valentía y desafío a las normas establecieron un precedente para las luchas futuras por los derechos LGBTIQ+ en España y el mundo. Se planteaba así, la necesidad de reconocer que toda persona tiene derecho a contraer matrimonio con independencia del género de su pareja.

Activistas de Amnistía Internacional defendiendo los derechos de la comunidad LGBTI

Acto de Amnistía Internacional a favor del matrimonio igualitario. © AI

El derecho de amar a quien se quiera

Amnistía Internacional considera el matrimonio entre parejas del mismo sexo una cuestión de derechos humanos, y lleva años defendiéndolo al igual que poder amar a quién se quiera, independientemente de su género.

Denegar a personas individuales el derecho a casarse, basándose en el género de sus parejas viola el derecho a la no discriminación, el derecho a la igualdad ante la ley, y el derecho a casarse y formar una familia. Además, con esta negación se estigmatizan este tipo de relaciones y fomentan la discriminación al colectivo LGBTIQ+

A pesar de que en los últimos años ha habido un aumento de los países que están reconociendo el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, igualando los derechos de cualquier tipo de familias, aún queda camino por recorrer para alcanzar la igualdad total.

Contigo somos independientes

Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.

Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.

Haz posible nuestra independencia.